La mayoría de la población del planeta (54%) vive en ciudades. Algunas de ellas son megalópolis que concentran más habitantes que muchos países. Y la tendencia es que sigan creciendo.
Según los datos de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, ese incremento se dará principalmente en África, que en 2050 pasará del 40% de población urbana al 56%, y en Asia, que aumentará del 48% al 65%. China, India y Nigeria vivirán este fenómeno socioeconómico con más intensidad.
Estas otras cifras ayudan a entender mejor la situación:
- Nueva Delhi es la segunda ciudad más poblada del mundo (por detrás de Tokio), con 25 millones de habitantes. Dentro de 15 años su censo habrá aumentado hasta los 36 millones.
- En 2030, Shanghái llegará a los 23 millones; México D.F, Bombay y Sao Paulo a los 21 millones; y Osaka, a los 20 millones.
Nuestro país no es ajeno a esta tendencia. Continuando con el análisis realizado por los expertos de la ONU, se estima que, para 2030, el 40% de los españoles vivan en 15 ciudades de más de 300.000 habitantes. En 1950, ese porcentaje era solo del 15,6%.
Como era previsible, Madrid y Barcelona sufrirán especialmente esa concentración. Dentro de 15 años, la población madrileña habrá pasado de los 6,1 millones de habitantes de hoy a los 6,7 millones (en 1950 eran 1.700.000). La Ciudad Condal aumentará en 500.000 personas su censo actual de 5,2 millones (en 1950 eran 1.800.000).
Eso significa que nada menos que una cuarta parte de los españoles residirá en ambas ciudades si se confirma este incremento medio del 10% de la población urbana, que también afectará a Alicante, Palma de Mallorca, Zaragoza, Las Palmas de Gran Canaria, Valladolid, Murcia, Málaga, Córdoba, Sevilla, Valencia y Bilbao.
No es de extrañar que el director de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, John Wilmoth, afirme que “la gestión de las zonas urbanas se ha convertido en uno de los desafíos de desarrollo más importantes del siglo XXI”.
Además apunta la necesidad de fijar población en los medios rurales para ayudar a la sostenibilidad del planeta a través de una mejor distribución social y la adecuada explotación de los recursos. Por ejemplo con medidas como:
- Mayor acceso a una vivienda de calidad.
- Mejor dotación de servicios y comunicaciones.
- Potenciar nuevas actividades económicas, como el agroturismo.
- Facilitar créditos y ayudas fiscales para las actividades rurales.
Aunque se pueda reducir esa migración, parece difícil que la tendencia cambie en las próximas décadas. Por eso surgen diversos proyectos que intentan racionalizar esos nuevos y masificados escenarios urbanos, sobre todo en los países en desarrollo.
Ese es el objetivo de la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles para ayudar a planificar y controlar ese crecimiento. “Por ejemplo, en América Latina las oportunidades se darán en ciudades secundarias –comenta Ellis J. Juan, coordinador general de esa iniciativa–. Lo que tenemos que hacer es ayudar a estas ciudades con instrumentos de planificación para que puedan desarrollarse adecuadamente”.