En un mundo cada vez más conectado, donde 9 de cada 10 españoles utilizan dispositivos móviles para consumir información, acceder a servicios o comprar productos, parece lógico que las empresas y pymes hayan tenido que adaptar sus modelos de negocios a los hábitos de los consumidores. Hoy en día, los clientes demandan webs rápidas y sencillas, con pasarelas de pagos seguras donde poder adquirir los productos o servicios deseados desde cualquier rincón y en tiempo récord. Amazon ha revolucionado el e-commerce, pero, ¿están las pymes españolas realmente preparadas para competir?
Clientes muy exigentes
“No me da tiempo a ir al supermercado, así que voy a hacer la compra por internet”, “Me han encargado varios libros de texto y los voy a comprar en Amazon”. Probablemente todos nos hayamos sentido identificados en algún momento por alguna de estas frases.
En España, el 85% de los clientes potenciales están hiperconectados y compran por internet. De ellos, un 43% lo hace desde el móvil, según la encuesta de Ipsos Global Advisor, situando nuestro país en el puesto 13 del ranking mundial, por detrás del líder indiscutible que es China (con un 84%). Por sectores, lo que los españoles más compran es moda (42%), seguido de viajes (26%) y libros (24%).
Ante estos datos, no es de extrañar que las empresas y pymes tengan que poner en marcha todos los mecanismos y herramientas para adaptarse al nuevo panorama digital porque los compradores son cada vez más exigentes. Ya no solo piden poder realizar las compras online, sino que esperan que las webs sean responsive y que los plazos de entrega de las compras sea en tiempo récord.
Las pymes y la digitalización
En España el 99,8% de las empresas son pymes y estas suponen el 66% del empleo total, según la Cámara de Comercio. Los clientes quieren comprar online y la pyme que no ofrezca esa opción, no podrá competir. Ya no es cosa de un capricho, es una necesidad y deben hacerlo si quieren ganarse la confianza de sus clientes. El problema es que solo el 20% de las pymes españolas están preparadas para ofrecer a los internautas sus productos, según el informe “Situación Consumo” de BBVA Research.
La transformación digital es importante para el desarrollo de las sociedades, ya que ofrece creación de empleo y crecimiento económico. Para las pequeñas empresas, ofrece múltiples ventajas como la posibilidad de llegar a más usuarios y mercados, mejorar los procesos de venta, hacerlos más competitivos y responder a la demanda de los consumidores. Esto se termina traduciendo en más ventas y más beneficios para ellas.
Parece que no hay duda: las pequeñas empresas y los negocios deben replantearse sus modelos de negocio y estar preparados para afrontar los retos que surjan. El problema al que se enfrentan muchas veces es a la falta de experiencia y a la necesidad de tener más apoyo por parte de poderes públicos y sector privado, que deberían impulsar esta digitalización desde la formación, la regulación, el asesoramiento y la ayuda directa.
Las redes sociales, otra de las claves
La industria cambia, los negocios evolucionan y ahora, en toda estrategia de marketing de cualquier emprendedor o empresa, debería haber un capítulo dedicado a las redes sociales. Un 86% de los internautas de entre 16 y 65 años usan con frecuencia las redes sociales y por tanto, hay que considerarlas como una herramienta clave para cualquier pyme.
Los beneficios son múltiples, como contactar con los compradores de forma más directa, entender otros mercados y conocer las necesidades de los usuarios de manera más eficaz, pudiendo reaccionar más rápidamente a cualquier necesidad o entorno. Los datos confirman que el 95% de las pymes utiliza las redes sociales en sus estrategias y es la atención al cliente el uso más frecuente que hacen de ellas (47%), según el II Estudio sobre el estado de digitalización de las empresas y Administraciones Públicas españolas de Vodafone. Por su parte, los consumidores suelen usar las redes para valorar las marcas además de inspirarles confianza (25%) aquellas que sí tienen perfil social.