No en mi puerta: cómo enfrentarse a la venta a domicilio

Raúl Alonso

Din-don, din-don. Son las 10:45 de la mañana en cualquier vivienda de cualquier ciudad española cuando suena la puerta. “La compañía de electricidad’, se oye al otro lado. En pocos minutos la desprevenida vecina escucha sin mediar palabra cómo dos jovencísimos impecablemente trajeados le explican cómo ahorrar hasta el 30% de su factura de electricidad, minutos después le ofrecerán firmar un nuevo contrato: ¿quién puede dar portazo a una oportunidad así?…

Hasta cualquier domicilio español llega la acción comercial de estas compañías especializadas en la venta puerta a puerta de cualquier producto, en los últimos años, los más habituales son los de suministro de electricidad y gas. De hecho, según cálculo de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el 33% de los nuevos contratos de electricidad, el 30% de los de gas y el 52% de los combinados tienen su origen en la venta a domicilio. Pero en opinión de esta organización “en muchos casos los consumidores no son conscientes de lo que finalmente terminan contratando, especialmente cuando el comercial ofrece al usuario un descuento sobre su tarifa habitual”.

14 días para echarse atrás

Las ventas o contratos que se producen fuera del establecimiento mercantil, por ejemplo en su domicilio, cuentan con una regulación específica para ofrecer una especial protección al usuario (Real Decreto 1/2007 de la Ley para la Defensa de los Consumidores y Usuarios). Su medida estrella es el derecho al desistimiento, que permite a los consumidores contar con un plazo de hasta catorce días naturales durante los que poder anular la compra o la contratación, si una vez realizada, se ha cambiado de opinión. Derecho que para ser ejercido no requiere de ninguna justificación.

Según la información de OCU, en el caso de los habituales contratos de electricidad, gas o agua, la compañía tiene que pedir el consentimiento expreso del cliente para iniciar el suministro dentro de esos 14 días de desistimiento señalados.

Es muy importante que el consumidor tenga una prueba que, en caso de necesidad, pueda justificar que se ejerció el derecho de desistimiento en el plazo previsto por la Ley. Para que exista esa prueba de la fecha de envío, lo más recomendable es enviarla por un correo certificado y con acuse de recibo o un burofax.

Por otro lado, conviene saber que sí hay excepciones a esta regla general. El consumidor no contará con los 14 días de desistimiento cuando el servicio ya se ha ejecutado (un viaje, por ejemplo), cuando el precio depende de las fluctuaciones del mercado, cuando se trata de objetos confeccionados a medida según indicaciones del consumidor o productos que caducan rápidamente (como alimentos) o plantean problemas de salud o higiene (ropa interior).

Cómo actuar durante la visita del comercial

“No en mi puerta” es el nombre de la campaña que OCU ha lanzado para prevenir fraudes durante la contratación de servicios comerciales o ventas de producto a domicilio. En la guía editada  se ofrecen unas recomendaciones básicas sobre cómo actuar cuando suena el timbre.

  • Siempre puede negarse a recibirle, pero si está dispuesto a escuchar debe saber qué quiere venderle. En el caso de servicios de suministro es muy importante saber qué tarifa se está pagando y con qué condiciones, si en ese momento desconoce la información, emplace al comercial a visitarle más tarde.
  • No facilite nunca datos personales ni firme un documento en ese momento. En caso de estar interesado pida una copia por escrito para examinarlo con calma antes de contratar o comprar.
  • No permita que un desconocido examine sus facturas de suministro. Es así como se realizan las contrataciones fraudulentas, pues pueden tomar los datos y cambiarle a otra compañía sin que se dé cuenta.
  • Si la oferta le interesa, la recomendación de OCU es no contratarla antes de haber hablado con la compañía que dice representar el comercial “para comprobar que su representación y ofertas son ciertas”.
  • Si su visitante le da mala espina, solicite que le enseñe el DNI y pida permiso para hacerle una foto: “Alguno abandonará la casa a la carrera”, explican desde OCU.

 

Los argumentos para el engaño 

Si la información es vital para evitar este tipo de engaños, la otra gran defensa es estar familiarizados con el modus operandi de estas ventas fraudulentas. En la guía de OCU se resumen algunas de sus argucias más utilizadas en el caso de los comerciales de suministro, en la mayoría de los casos apelando al ahorro.

  • “Somos de los tuyos”. Es habitual que se presente como “de tu compañía de luz”, pero casi nunca es así. En el caso de los suministros, lo más habitual es que estos comerciales trabajen para empresas del llamado mercado libre, con el objetivo de captar clientes del mercado regulado.
  • “Dejarás de pagar peajes”. Este argumento tampoco es cierto, ya que en los recibos de suministros siempre se pagan peajes, lo que ocurre es que en el mercado regulado hay obligación de desglosar estos costes mientras que en las facturas del mercado libre no.
  • Llamada al patriotismo regional. Se apela a que la compañía actual tiene la sede en otra comunidad autónoma para invitar a dejar su dinero en la comunidad donde vive. Este argumento también se utiliza para explicar que el coste es superior por el transporte del suministro de una comunidad a otra, lo que es totalmente falso.
  • “Revisión de errores en la factura”. Hay que ser un poco cándido para creer que una compañía va a desplazar a un comercial hasta su vivienda para comprobar si se aplican correctamente los descuentos contratados, pero son muchos los que pican.
  • “Verificar el nuevo contador”. Este argumento se utiliza cuando tienen conocimiento de que la distribuidora está instalando en la zona los nuevos contadores digitales. El objetivo es ganarse la confianza del vecino para seguidamente ofrecer el nuevo contrato: lo que se debe saber es que la comercializadora nunca interviene en la instalación del contador.
  • “Le ofrezco una ganga”. Estos comerciales suelen esgrimir grandes descuentos como principal argumento. Conviene no bajar la guardia, ya que en muchas ocasiones se aplican sobre tarifas muy elevadas o tienen una duración muy corta.
  • “Precio fijo garantizado”. Optar por una tarifa fija con un buen precio es una alternativa inteligente desde el punto de vista del consumidor, pero la decisión de abandonar una tarifa regulada (PVPC) no debe hacerse solo porque durante unos días los precios hayan sido muy elevados. Los comerciales acostumbran a utilizar los momentos de altos precios para realizar las comparativas, un hecho del que el consumidor debe ser consciente.
  • Mucha atención a los extras. Este tipo de contratos supuestamente más ventajosos en muchas ocasiones ocultan la contratación de servicios adicionales, como de mantenimiento.

Para evitar sorpresas y como medida de seguridad en tu vivienda, la principal recomendación es no dejar entrar a extraños a tu casa o dejarse enredar por comerciales no invitados. Mantenga su vivienda alejada de su acción.

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