Las cifras del último trimestre de 2019 adelantaban una ligera desaceleración del crecimiento en el sector inmobiliario que se confirma con los primeros datos que aporta 2020. Los expertos señalan dos motivos. Por un lado, la madurez del sector tras un ciclo de fuerte expansión. Por otro, la dificultad de acceso a la vivienda que en un principio supuso un incremento de los precios y que ahora está provocando una reducción de la demanda.
El cemento como síntoma
El consumo de cemento se redujo en enero un 8,6% con respecto al mismo mes del año pasado. Esa industria acumulaba así su tercer mes consecutivo de bajadas. “El comienzo de este año mantiene la senda de desaceleración iniciada en el último trimestre de 2019 —asegura Víctor García Brosa, presidente de la patronal Oficemen—. Dada la práctica ausencia de obra pública, parece que el sector cementero y, con él, el de la construcción van a sufrir una ralentización”. Aun así, la patronal prevé un avance del 2% este año.
Más inversiones, más oferta
Las previsiones del BBVA Research estiman que el incremento de la inversión inmobiliaria este año sea del 2,4%, algo menor de lo previsto debido a “la implementación de nuevos cambios regulatorios en el sector”, según se apunta en su informe de Situación España del primer trimestre de 2020: “La inversión perderá tracción en este ejercicio y se recuperará en el siguiente”. BBVA Research calcula que el avance llegará al 5% en 2021.
La inversión aumenta porque el mercado sigue siendo muy rentable, como demuestra la disposición de las entidades bancarias hacia el crédito promotor. Un estudio realizado por el diario Cinco Días concluía que el sector financiero tiene preparados más de 10.000 millones de euros para préstamos a proyectos de construcción residencial.
Los precios seguirán subiendo
Así lo asegura el último análisis de la consultora Standard & Poor’s Global Ratings. Según sus datos, los precios en 2019 crecieron un 4,5% y en este 2020 lo harán en un 4,2%, una ligera rebaja motivada por una reducción de la demanda precisamente consecuencia de la dificultad de los nuevos compradores e inquilinos para acceder a la vivienda.
El Ministerio de Fomento concedió en 2019 poco más de 100.000 visados de obra nueva, una cantidad que debería aumentar para mejorar la oferta y, de esa manera, ayudar a reducir los precios, como recomienda el presidente de la patronal de promotoras y constructoras de España (APCE), Juan Antonio Gómez-Pintado: “Para que el sector alcance un ritmo adecuado, se debería llegar a las 125.000-150.000 viviendas visadas al año”.