El coworking surge de una necesidad por crear espacios colaborativos de trabajo y abaratar así los costes de los que están empezando. Hoy en día, algunos coworkers dan un paso más y exigen espacios sostenibles, utilizando materiales respetuosos con el medio ambiente. Barcelona se convierte así en la primera ciudad que acogerá un edificio de coworking construido solo de madera. Un claro ejemplo de que innovación y sostenibilidad pueden ir, una vez más, de la mano.
Filosofía del coworking
Los espacios de trabajo compartidos son, cada vez más, una demanda y una necesidad para emprendedores y start up, que ven en ellos un centro neurálgico de intercambio de ideas, una forma de hacer networking y también una respuesta a una nueva manera de trabajar. La flexibilidad y los precios más asequibles para aquellos que se inician en el mundo laboral son algunos de los atractivos que más valoran los coworkers, pero no son los únicos: también el hervidero de ideas y el talento que se puede compartir en ellos.
Algunas ciudades como Madrid o Barcelona ya han inaugurado algunos de estos lugares con éxito, dejando de ser considerados como espacios de moda y consolidándose como una clara evolución de las nuevas formas de trabajar que hoy en día existen y que han cambiado por completo el paradigma laboral.
La sostenibilidad también es compartida
No solo está cambiado el modelo de trabajo. La sociedad y las personas también están evolucionando y poniendo el foco en elementos hasta hace unos años olvidados. Conceptos como la sostenibilidad o materiales reciclados están cada vez más presentes en la vida diaria y muchas personas exigen a los gobiernos y a la sociedad en su conjunto ser más responsables con el medio ambiente.
Como no podía ser de otra manera, estas exigencias también se trasladan al sector de la arquitectura, donde ya hay claros ejemplos de edificios sostenibles. Y ahora, también al sector del coworking, donde veremos nacer la primera oficina sostenible. Será en Barcelona, y tanto los materiales como la manera de utilizar los recursos serán ecológicas.
Barcelona: pionera en edificios ecológicos
Su nombre es WittyWood y tendrá 4.100 metros cuadrados construidos, de los cuales 2.600 se destinarán a oficinas y el resto a espacios para usos complementarios. El proyecto es obra del estudio Ballarin & Grinyó y su gran novedad es que estará construido íntegramente en madera.
El estudio español ha apostado por la madera por los grandes beneficios que esta aporta. Será el material principal de la estructura y con ella se conseguirá reducir la contaminación acústica y el impacto ambiental, ya que este material es capaz de absorber mayor cantidad de CO2.
La madera también es un material perfecto para crear espacios cálidos y muy agradables, impactando de forma positiva en la productividad (un 14% más) de quienes trabajen en él. Además, los futuros inquilinos también valoran positivamente el equilibrio entre cuerpo y mente que aporta este material. También se ha calculado que los futuros trabajadores reducirán considerablemente sus niveles de estrés gracias al componente natural de la madera y aumentarán su creatividad.
Wittywood deslumbrará Barcelona
En definitiva, WittyWood tiene como objetivo crear un entorno de trabajo natural y muy centrado en el ciudadano y en su bienestar. Pero WittyWood también está pensado para que los recursos interiores contribuyan a preservar el medio ambiente. Por eso, habrá fuentes de agua purificada que evitarán el uso de botellas de plástico, así como fuentes alternativas de energía para el uso de impresoras y otros equipos informáticos. En el exterior, un parking para bicicletas que estarán a disposición de los usuarios y que les permitirán moverse por los alrededores del edificio de forma ágil.
El proyecto estará localizado en la calle Llacuna 42, en el distrito 22@ y aunque en estos momentos está a la espera de recibir la licencia de construcción, su previsión es que esté finalizado en julio del 2020.