Vivir en El Escorial: el municipio madrileño que rebosa calidad de vida

Equipo de Redaccion

A tan solo 45 kilómetros de la capital se sitúa El Escorial, un pueblo perteneciente a la Cuenca del Guadarrama, que guarda un legado histórico y mucho encanto. Elegido como segunda vivienda para muchos, en verano este municipio multiplica su población. Quizá sea por el paisaje, la cultura y el agradable clima. ¿Quieres recorrerlo con nosotros?

Un municipio lleno de historia

Quizá el elemento arquitectónico más importante de la localidad es su monasterio. Aunque sus orígenes nos trasladan a los siglos XI y XII cuando se fueron conformando los pueblos de la sierra de Madrid, lo cierto es que fue Felipe II quien mandó construirlo con dos claros objetivos. El primero fue conmemorar la victoria de la batalla de San Quintín contra los franceses y la segunda, levantar un panteón familiar para la dinastía de los Austria. La primera piedra fue colocada en 1563 bajo la dirección de Juan Bautista de Toledo, aunque años después tomaron las riendas los arquitectos Juan de Herrera, Giovanni Battista Castello El Bergamasco y Francisco de Mora, dando origen al estilo herreriano.

El complejo, conocido como Monasterio de San Lorenzo El Real o El Escorial, está formado por una abadía, una iglesia, un palacio y un panteón real. También cuenta con unos jardines donde Felipe II solía meditar. Hoy en día, está regido por la congregación de los agustinos y recibe la visita de miles de turistas cada año.

Aunque es el principal atractivo turístico del municipio, no es el único. El Valle de los Caídos, situado a 9 kilómetros de El Escorial es otro de los complejos más visitados. Fue construido en 1940 y guarda los restos fúnebres de Francisco Franco y Antonio Primo de Rivera.

El Pinar de Abantos, un espacio protegido, de gran belleza natural, junto con la zona de la Herrería son otros dos grandes puntos históricos y artísticos que merecen una visita. Al igual que la iglesia de Bernabé, de estilo herreriano y catalogado como Bien de Interés Cultural.

El Escorial, ¿sólo para verano?

Su población tiene 15.562 habitantes censados según datos del INE (2017), aunque su población sube a 25.000 en época estival ya que existe una gran variedad de apartamentos vacacionales. El entorno en el que se sitúa, la tranquilidad que se respira y lo cerca que está de la capital, han convertido a El Escorial en una zona de segunda residencia para muchos madrileños. Además el enclave en el que se encuentra, en plena Sierra de Guadarrama, facilita la práctica de deportes al aire libre como pasear, montar en bici o practicar senderismo.

Su oferta cultural y gastronómica

Aunque se trata de un municipio pequeño, también ofrece una extensa oferta de ocio, cultura, cine y teatro. Además, cuenta con una gran variedad de restaurantes donde degustar platos típicos. El Charolés es conocido por su excelente cocido madrileño y sus deliciosos postres caseros; o el Mesón La Cueva construido en 1768 durante el reinado de Carlos III, cuando daba amparo a los ilustres personajes de la época. Su cocina está basada en los asados y carnes rojas y cuenta con unas excelentes vistas.

Calidad de vida

Para algunos se trata de la residencia de verano, pero para muchos es la vivienda principal. Su calidad de vida es la principal razón que encuentran sus residentes: su tamaño es pequeño pero cuentan con todos los servicios que pueden necesitar, escuelas infantiles, centros de salud, centros comerciales y una sólida red de transportes que les permiten estar en el centro de la capital en tan solo 40 minutos.

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Vivir en El Escorial: el municipio madrileño que rebosa calidad de vida

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A tan solo 45 kilómetros de la capital se sitúa El Escorial, un pueblo perteneciente a la Cuenca del Guadarrama, que guarda un legado histórico y mucho encanto. Elegido como segunda vivienda para muchos, en verano este municipio multiplica su población. Quizá sea por el paisaje, la cultura y el agradable clima. ¿Quieres recorrerlo con nosotros?

Un municipio lleno de historia

Quizá el elemento arquitectónico más importante de la localidad es su monasterio. Aunque sus orígenes nos trasladan a los siglos XI y XII cuando se fueron conformando los pueblos de la sierra de Madrid, lo cierto es que fue Felipe II quien mandó construirlo con dos claros objetivos. El primero fue conmemorar la victoria de la batalla de San Quintín contra los franceses y la segunda, levantar un panteón familiar para la dinastía de los Austria. La primera piedra fue colocada en 1563 bajo la dirección de Juan Bautista de Toledo, aunque años después tomaron las riendas los arquitectos Juan de Herrera, Giovanni Battista Castello El Bergamasco y Francisco de Mora, dando origen al estilo herreriano.

El complejo, conocido como Monasterio de San Lorenzo El Real o El Escorial, está formado por una abadía, una iglesia, un palacio y un panteón real. También cuenta con unos jardines donde Felipe II solía meditar. Hoy en día, está regido por la congregación de los agustinos y recibe la visita de miles de turistas cada año.

Aunque es el principal atractivo turístico del municipio, no es el único. El Valle de los Caídos, situado a 9 kilómetros de El Escorial es otro de los complejos más visitados. Fue construido en 1940 y guarda los restos fúnebres de Francisco Franco y Antonio Primo de Rivera.

El Pinar de Abantos, un espacio protegido, de gran belleza natural, junto con la zona de la Herrería son otros dos grandes puntos históricos y artísticos que merecen una visita. Al igual que la iglesia de Bernabé, de estilo herreriano y catalogado como Bien de Interés Cultural.

El Escorial, ¿sólo para verano?

Su población tiene 15.562 habitantes censados según datos del INE (2017), aunque su población sube a 25.000 en época estival ya que existe una gran variedad de apartamentos vacacionales. El entorno en el que se sitúa, la tranquilidad que se respira y lo cerca que está de la capital, han convertido a El Escorial en una zona de segunda residencia para muchos madrileños. Además el enclave en el que se encuentra, en plena Sierra de Guadarrama, facilita la práctica de deportes al aire libre como pasear, montar en bici o practicar senderismo.

Su oferta cultural y gastronómica

Aunque se trata de un municipio pequeño, también ofrece una extensa oferta de ocio, cultura, cine y teatro. Además, cuenta con una gran variedad de restaurantes donde degustar platos típicos. El Charolés es conocido por su excelente cocido madrileño y sus deliciosos postres caseros; o el Mesón La Cueva construido en 1768 durante el reinado de Carlos III, cuando daba amparo a los ilustres personajes de la época. Su cocina está basada en los asados y carnes rojas y cuenta con unas excelentes vistas.

Calidad de vida

Para algunos se trata de la residencia de verano, pero para muchos es la vivienda principal. Su calidad de vida es la principal razón que encuentran sus residentes: su tamaño es pequeño pero cuentan con todos los servicios que pueden necesitar, escuelas infantiles, centros de salud, centros comerciales y una sólida red de transportes que les permiten estar en el centro de la capital en tan solo 40 minutos.

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A tan solo 45 kilómetros de la capital se sitúa El Escorial, un pueblo perteneciente a la Cuenca del Guadarrama, que guarda un legado histórico y mucho encanto. Elegido como segunda vivienda para muchos, en verano este municipio multiplica su población. Quizá sea por el paisaje, la cultura y el agradable clima. ¿Quieres recorrerlo con nosotros?

Un municipio lleno de historia

Quizá el elemento arquitectónico más importante de la localidad es su monasterio. Aunque sus orígenes nos trasladan a los siglos XI y XII cuando se fueron conformando los pueblos de la sierra de Madrid, lo cierto es que fue Felipe II quien mandó construirlo con dos claros objetivos. El primero fue conmemorar la victoria de la batalla de San Quintín contra los franceses y la segunda, levantar un panteón familiar para la dinastía de los Austria. La primera piedra fue colocada en 1563 bajo la dirección de Juan Bautista de Toledo, aunque años después tomaron las riendas los arquitectos Juan de Herrera, Giovanni Battista Castello El Bergamasco y Francisco de Mora, dando origen al estilo herreriano.

El complejo, conocido como Monasterio de San Lorenzo El Real o El Escorial, está formado por una abadía, una iglesia, un palacio y un panteón real. También cuenta con unos jardines donde Felipe II solía meditar. Hoy en día, está regido por la congregación de los agustinos y recibe la visita de miles de turistas cada año.

Aunque es el principal atractivo turístico del municipio, no es el único. El Valle de los Caídos, situado a 9 kilómetros de El Escorial es otro de los complejos más visitados. Fue construido en 1940 y guarda los restos fúnebres de Francisco Franco y Antonio Primo de Rivera.

El Pinar de Abantos, un espacio protegido, de gran belleza natural, junto con la zona de la Herrería son otros dos grandes puntos históricos y artísticos que merecen una visita. Al igual que la iglesia de Bernabé, de estilo herreriano y catalogado como Bien de Interés Cultural.

El Escorial, ¿sólo para verano?

Su población tiene 15.562 habitantes censados según datos del INE (2017), aunque su población sube a 25.000 en época estival ya que existe una gran variedad de apartamentos vacacionales. El entorno en el que se sitúa, la tranquilidad que se respira y lo cerca que está de la capital, han convertido a El Escorial en una zona de segunda residencia para muchos madrileños. Además el enclave en el que se encuentra, en plena Sierra de Guadarrama, facilita la práctica de deportes al aire libre como pasear, montar en bici o practicar senderismo.

Su oferta cultural y gastronómica

Aunque se trata de un municipio pequeño, también ofrece una extensa oferta de ocio, cultura, cine y teatro. Además, cuenta con una gran variedad de restaurantes donde degustar platos típicos. El Charolés es conocido por su excelente cocido madrileño y sus deliciosos postres caseros; o el Mesón La Cueva construido en 1768 durante el reinado de Carlos III, cuando daba amparo a los ilustres personajes de la época. Su cocina está basada en los asados y carnes rojas y cuenta con unas excelentes vistas.

Calidad de vida

Para algunos se trata de la residencia de verano, pero para muchos es la vivienda principal. Su calidad de vida es la principal razón que encuentran sus residentes: su tamaño es pequeño pero cuentan con todos los servicios que pueden necesitar, escuelas infantiles, centros de salud, centros comerciales y una sólida red de transportes que les permiten estar en el centro de la capital en tan solo 40 minutos.

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