Si vas a pasar muchas horas trabajando en casa, bien porque te llevas el trabajo, bien porque simplemente te gusta tener una zona para escribir o leer… qué mejor idea que personalizar un rincón de tu casa con detalles que te hagan sentir realmente bien.

No hace falta que crees una habitación exclusiva para ello, sino que basta con un rincón en, por ejemplo, una sala de estar, el salón, el dormitorio… Todo dependerá del espacio del que dispongas y de la actividad que vayas a realizar en él.

Lo pongas en el rincón que lo pongas, debe tener como condiciones indiscutibles: buena luz natural, un asiento cómodo, una mesa de trabajo adaptada a lo que necesites y, sobre todo, que te permita realizar tu trabajo con tranquilidad, sin ruidos. Con unos pocos recursos podemos lograr un espacio ameno, que no solo no desentone, sino que aporte calidez y diseño a nuestro hogar.

Aquí van algunas propuestas:

Un armario que tengas en el pasillo o en la sala de estar puede ser perfecto: en la profundidad del armario está el secreto. Si puedes, incorpora unas baldas que te sirvan de estantería y mesa, y solo tendrás que añadir una silla en el momento en el que vayas a utilizarlo.

Otra buena opción es convertir la estantería que tienes para separar dos estancias de tu casa en tu lugar de trabajo: añade una mesa y una silla acordes con el diseño de la misma; de este modo, la estantería seguirá sirviéndote de almacenaje si lo necesitas .

Un ambiente ideal, si tuvieses espacio, se puede conseguir colocando un tablero debajo de una ventana: te quedará un lugar de trabajo, además de bonito, con mucha luz.

La esquina perdida entre puerta y puerta es perfecta también para colocar una pequeña mesa: de esta forma se aprovecha el espacio al máximo.

El hueco restante debajo la escalera también puede servir para organizar un pequeño escritorio.

Elijas el lugar que elijas, siéntete cómodo, decóralo a tu gusto y disfruta de tus ratos en el.