La vivienda vacacional gana protagonismo como la opción más segura para disfrutar de un descanso en España que muchas familias prolongarán gracias al teletrabajo. Este verano el tópico de las dos Españas se dividirá entre quienes tienen y no tienen una segunda residencia.
En este sentido la vivienda vacacional se erige como la opción idónea para unas vacaciones marcadas por la búsqueda de la seguridad. De hecho, según los últimos datos, en España un 77% de la población manifiesta su intención de hacer turismo nacional, según los datos de la consultoría DNA Turismo y Ocio.
En el verano del distanciamiento social, los españoles buscan soluciones que les permitan disfrutar rodeados de sus seres queridos más cercanos, en la tranquilidad de entornos conocidos y, sobre todo, a salvo. Es ahí donde el 25% de los españoles lo tienen claro: en su segunda residencia. Y para una mayoría de ellos será el destino del verano. Incluso aunque suponga una renuncia a su alquiler, ya que el alquiler es la segunda de las razones que motivan la inversión en una segunda residencia.
Ya se puede viajar por todo el país sin restricciones. Se iniciará entonces el gran éxodo estival, en gran medida hacia localidades de costa, donde el 48% de los españoles adquirieron su segunda residencia. El 52% restante se reparte en el interior, principalmente en el mundo rural.
Una de las razones de invertir en segunda vivienda es la de volver al pueblo o ciudad de origen de muchos turistas. Y este será el destino para muchos en un año marcado por el turismo local frente a las restricciones y limitaciones de vuelos y otros medios de transporte.
El 77% veranea en España
Pese a la pandemia, el 80% de los turistas españoles mantiene intactas sus ganas de viajar, si bien el 77% confirma su intención de circunscribir sus movimientos a España. Así lo defiende la consultora DNA, especializada en turismo y ocio, en su reciente investigación sobre el impacto del COVID-19 en la industria turística española realizado entre un millar de personas.
Este estudio también confirma otras percepciones como la elección de compañía cercana, (el 70% viajar en pareja o familia directa, y el 30% amigos) o el rechazo a los destinos masificados.
Largo verano de teletrabajo
Ya sea con vistas al mar, la montaña o en el pueblo, el de este año será además para muchas familias el veraneo más largo.
Pernoctar en casa propia implica un importante ahorro de costes en la factura de las vacaciones, pero además son muchos los españoles que no volverán de manera física a su puesto de trabajo hasta septiembre, por lo que extenderán su estancia hasta que las obligaciones laborales se impongan.
Es imposible hacer una aproximación a esa realidad, pero sirva de ejemplo el dato de Metroscopia durante las semanas de confinamiento en el que cifró en un 50% el porcentaje de españoles ocupados que teletrabajaba.
La opción del alquiler
El alquiler de vivienda turística será para muchos la opción más realista para el verano en que el confinamiento cambió la forma de viajar, y una mayoría ha descartó el viaje de media y larga distancia.
La privacidad de uso que ofrece este tipo de viviendas, frente a la alternativa del hotel, tendrá un coste a la semana de 1.074 euros en alojamiento para cuatro personas en los meses de julio y agosto.
Pero según el Informe de Precios de Vacaciones de Verano 2020, realizado por el operador especializado en este segmento Vacaciones España, los precios fluctúan de forma importante según el destino. En este sentido, las tarifas más económicas se pueden encontrar en la costa de Almería por 520 euros (siempre en estancia de una semana para cuatro personas), Tenerife, por 537 euros y la costa cálida (Murcia), por 553 euros. Ibiza se mantiene en las semanas centrales del verano como el destino más caro de España, con 4.176 euros, al que sigue Mallorca (1.840 euros) y la costa asturiana con 1.260 euros.