Desde el sur de Almenara hasta el norte de Vinaroz, los 139 kilómetros de litoral castellonense ofrecen todos los tópicos del mejor Mediterráneo. Playas accesibles y municipios vacacionales, o una animada actividad todo el año son los principales incentivos para invertir en una segunda vivienda en una provincia con los precios más competitivos del litoral español. Pero hay otras interesantes razones para elegir la costa de Castellón.
Cuando llega la primavera, muchas familias españolas desentierran el plan de hacerse con una segunda vivienda. Aquellos que no quieren posponer más la decisión, tienen en la costa del Azahar una de las mejores opciones con el aliciente de beneficiarse de uno de los parques de vivienda turística más amplios y modernos.
Por qué invertir en una segunda vivienda en Castellón
Podrían ser más, pero hemos seleccionado las diez razones que convierten la costa de Castellón en un gran destino para poner los ahorros a trabajar en una casa junto al mar.
Alto nivel de vida a bajo coste
Una de las peculiaridades de la provincia de Castellón es ofrecer el alto nivel de vida del mediterráneo español pero con un coste de vida medio inferior. Comparada con Málaga –otro de los destinos preferidos para una segunda vivienda– los gastos esenciales son el 11,79% más baratos.
La comparativa la ofrece Numbeo, la base de datos sobre coste de vida más grande del mundo, que permite conocer que en Castellón de la Plana se puede ahorrar el 10,90% de la factura en un restaurante, o un 35,89% en la renta de alquiler. Sin embargo, es un 5,74% más caro que Málaga a la hora de llenar el carrito en el súper.
Compra rentable
El precio medio en el último trimestre de 2020 fue de 921 euros/metro cuadrado en la provincia de Castellón, lo que supuso un incremento del 2,7% en el conjunto del año. Los datos de la tasadora Tinsa constatan así un proceso de revalorización de la vivienda que se prolonga desde el primer trimestre de 2019, cuando se revirtió el severo ajuste iniciado en 2008 que, por otro lado, venía de unos años de precios en récord histórico. En Castellón de la Plana, el precio medio al finalizar 2020 era de 882 euros/m2.
Vida al aire libre
Parece una contradicción, pero una vivienda vacacional se pone en valor cuando invita al paseo y a disfrutar de su terraza o patio. Castellón lo hace durante los 300 días en que luce el sol al año. Sus 18º de temperatura media, largos veranos y suaves inviernos son sin duda argumentos convincentes para valorar este destino como primera opción.
Una costa para todos los gustos
Amplias playas con cómodos servicios y escondidas calas conviven en la costa del Azahar. Todas ellas tienen como punto en común la calidad de sus aguas, en muchos casos avalada por la bandera azul. Esta provincia ha entendido que su litoral es uno de sus grandes patrimonios, por ello cuenta con los parques naturales de la Sierra de Irta y el Prat de Cabanes, que ofrecen paseos frente al mar por una naturaleza prácticamente virgen, y como gran singularidad, la Reserva Marina de las Islas Columbretes, estos islotes volcánicos que son un paraíso para los aficionados al submarinismo.
Municipios para todos los estilos de vida
Desde la idílica Peñíscola a la bulliciosa Oropesa del Mar o a la relajada Alcocéber, los pueblos costeros castellonenses ofrecen una gran variedad de ambientes. Pero hay quien prefiere ubicar su segunda vivienda en otros que mantienen una gran actividad fuera de la época estival. Estos últimos suman al encanto de la playa un activo núcleo urbano y comercial todo el año como ocurre con Vinaroz, Benicarló y Benicasim, esta última con las impresionantes villas Belle Époque, que convierten el paseo marítimo de Voramar en único.
Una capital con todos los servicios
Como máximo en una hora, desde cualquier punto de la costa castellonense se llega a Castellón de la Plana. Con una población de 172.000 habitantes pero un área metropolitana que alcanza los 300.000, ofrece todos los servicios de una gran ciudad pero con el relajado ambiente de una mediana. Distancias cortas, un atractivo comercio, alta cobertura de servicios sanitarios y la pujante Universidad Jaime I, están entre los hitos de una ciudad que tiene en la zona del Grau la mejor ubicación para quienes quieren disfrutar de la cercanía con el mar.
Perspectiva económica positiva
En 2021 el PIB valenciano podría incrementarse en el +5,9%, con un aumento del empleo del +2,3%, si bien la situación mejorará en 2022 con una previsión del +6,6% del PIB y del +4,7% del empleo. La previsión de BBVA Research (informe Situación Comunitat Valenciana, 1er semtre 2021) apunta a una rápida recuperación tras los estragos de la pandemia, que tiene en Castellón un importante motor. La industria azulejera, petroquímica y los cítricos son sus motores económicos, además con una sólida actividad exportadora. Por su parte, se espera que un sector turístico principalmente alimentado por el mercado local, se comporte también favorablemente.
Población en crecimiento
La provincia de Castellón crece. Incluso durante el año de la pandemia lo hizo en 1.317 personas, hasta alcanzar los 586.907 habitantes, según los datos del INE. En 2019 lo había hecho en casi 3.000 habitantes, lo que demuestra que la tendencia es firme después de unos años en los que se había perdido población, sobre todo en el interior de la provincia.
El interior, paraíso por descubrir
Quizá la mayor de las sorpresas al comprar una segunda residencia en la costa de Castellón es descubrir los encantos de sus poblaciones de interior. Las escapadas son innumerables: Morella es uno de los pueblos más bellos de España; Villafamés, una delicia medieval a 40 minutos en coche de Oropesa; Navajas y su Salto de la novia, un paraíso fluvial; Segorbe, una lección de historia, y los pequeños pueblos del Bajo y Alto Maestrazgo, una sorpresa inagotable. Mención aparte requieren los más de 500 abrigos con arte rupestre que se conocen en la provincia, reconocidos como Patrimonio de la Humanidad y que se agrupan en torno a los nueve municipios del Parc Cultural de la Valltorta.
Un gimnasio con vistas
El deporte al aire libre es uno de los mayores atractivos de la segunda residencia, atractivo que en la costa de Castellón se multiplica. A los clásicos como el running playero, el senderismo y la bicicleta –donde destacan sus atractivos– se suman el submarinismo, la vela y todos los deportes náuticos. Pero además estamos en la segunda provincia más montañosa de España, lo que la convierte en un retador destino para los amantes de la montaña con clásicos como Peñagolosa (1.813 metros), la escalada y la espeleología, por su gran patrimonio en cuevas. Si bien, los amantes de una naturaleza más accesible tendrán en Montanejos o la Sierra de Espadán sus mejores opciones.
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