Los estilos de decoración de interiores varían con el paso del tiempo y las llegadas de las modas. Uno de los tipos de decoración que ha sufrido un incremento notable y que se ha convertido en la combinación perfecta para los diferentes estilos es el estilo nórdico y el rústico o lo que es lo mismo, el binomio blanco y la madera.
Los tonos claros como el blanco, son perfectos para hacer los espacios más amplios y luminosos y la madera aporta una sensación de calidez, por eso esta mezcla siempre funciona y se puede incorporar en cualquier lugar de la casa.
Pero, ¿cómo lo aplicamos? Lo ideal es pintar las paredes de blanco y contar con un suelo de madera color haya. Una vez establecido esto, los muebles combinados en estos dos colores suelen ser siempre un acierto: los sillones blancos y los muebles de madera clara o blanco lacado. Eso sí, intentemos que la combinación sea coherente. Por ejemplo, si la mesa del salón la ponemos en blanco lacado, necesitamos unas sillas con un color madera natural; o si en el salón optamos por un sillón marrón, que los cojines, que también son muy importantes, vayan en blanco.
En el dormitorio también hay espacio para estos colores. Es una combinación perfecta tanto para un dormitorio de estilo romántico, como para uno de estilo rústico, nórdico o minimalista.
Una de las grandes ventajas de los muebles de madera y de color blanco, a la hora de decorar, es que pueden incluir en los diferentes interiorismos una gran variedad de colores que aportan la nota de sensación.
Para aportar nuevos colores nos vale con añadir piezas decorativas como marcos, textiles como cojines o alfombras e incluso las plantas. Prueba y define tu estilo, nosotros te dejamos algunas ideas: