La Geotermia es una de las tecnologías que más está creciendo en nuestro país durante la década en la que nos encontramos ¿El secreto? Aprovecha la energía del calor del interior de la corteza terrestre para optimizar el funcionamiento de los sistemas de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria instalados en nuestros hogares. Pero, para aprovechar esta energía en casa, primero necesitamos conocer cómo funciona.

La temperatura del terreno varía dependiendo de la profundidad en la que ésta se tome. En cualquier lugar del planeta, a partir de unos 15 metros de profundidad, la temperatura se mantiene más o menos constante durante todo el año. Por debajo de 20 metros de profundidad, la temperatura aumenta a razón de unos 3 ºC cada 100 metros.

La geotermia de baja temperatura puede ser empleada tanto para calefacción como para refrigeración y agua caliente sanitaria. Para su uso, necesitaremos instalar un intercambiador de energía calorífica con el terreno (o captador), que es el encargado de robar calor en invierno o de disiparlo en verano, mediante el uso de una bomba de calor geotérmica. Con el intercambiador, nuestra calefacción hace un menor esfuerzo para calentar el circuito en alrededor de 5 o 6 grados menos.

El rendimiento de una bomba de calor geotérmica en modo calefacción se mide por la relación entre la cantidad de calor producida y la energía eléctrica consumida. Gracias a pequeños consumos de energía eléctrica se permite concentrar ese calor y elevar la temperatura del agua proporcionando ahorro de energía en edificios que, comparados con sistemas convencionales de gas-oil, gas o electricidad, pueden representar entre un 30% y un 70%.

El sistema ideal de distribución se consigue mediante superficies radiantes (suelo, paredes o techo radiante), por donde circulará el agua caliente (invierno) y el agua fría (verano). Es decir, mediante la instalación de una bomba de calor geotérmica reversible, para frío y calor, podremos convertir el suelo radiante del invierno, en un suelo refrescante para verano.

Para hacernos una idea del coste completo que esta instalación supone para una vivienda unifamiliar tipo de 200 m², hemos hablado con Héctor Cano Esteban, instalador profesional de equipos geotérmicos en Geothermal Energy, quien sitúa éste entre los 25.000-30.000 euros. «Este coste es completo,  incluye  las perforaciones geotérmicas, la sala de producción y el sistema de distribución de suelo radiante, lo que se conoce como un ‘llave en mano'».

Héctor Cano también establece el periodo de amortización de estas instalaciones para esta vivienda entre 4 y 7 años:  «A mayor consumo y demanda, menor periodo de amortización. Por ello, en grandes edificios (de oficinas, hospitales, colegios, hoteles…) el período de amortización puede ser de tan sólo 2 o 3 años».

Ventajas

• Es utilizable los 365 días del año, ya que los 20ºC es una temperatura cálida en invierno y fresca en verano.
• Carácter renovable, si no se satura el terreno con una densidad elevada de intercambiadores geotérmicos, la corteza mantendrá la temperatura idónea.
• Beneficio medioambiental y económico, reduce las emisiones de CO2, y el consumo de energía primaria.

Disfrutar de una vivienda, no sólo de alta eficiencia energética, sino totalmente respetuosa con el medio que nos rodea, ya es posible gracias a energías renovables como ésta.

Foto @ jinkazamah,  distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0