El cáñamo industrial gana importancia en el mundo de la construcción. Y es que, en los últimos años, el interés por la arquitectura sostenible ha ido en aumento. Así, los materiales de origen natural están resurgiendo para crear viviendas respetuosas con el medio ambiente.
¿Para qué se utiliza el cáñamo en la construcción?
El cáñamo para la construcción es empleado debido a que es un material resistente, flexible y un gran aislante térmico. En general, tiene los siguientes usos:
- En sustitución de la madera y en forma de tablón para actuar como panel aislante.
- Como componente principal de ladrillos compactos para construir muros exteriores o interiores.
- Y en formato hormigón, mezclando fibras de la planta con cal.
Sus bondades se pueden equiparar a las de la madera, el hormigón o los aislantes sintéticos. Y es que las casas construidas con cáñamo son más impermeables, resistentes y están mejor aisladas del frío y del ruido (por lo que le propietario ahorra grandes cantidades de dinero en calefacción o aire acondicionado). Además, frena la contaminación ambiental.
Sin embargo, a pesar de que el cáñamo es un producto ecológico excelente para la construcción, su precio hace que no suponga un gran ahorro económico el empleo del cáñamo en la construcción. El ladrillo hecho de cáñamo es mucho más caro que el tradicional por su elaboración artesanal. Así, los bloques necesarios para una vivienda unifamiliar de tamaño medio pueden costar entre unos 10.000€ o 15.000€.
Además, la construcción con cáñamo en más popular en el resto de Europa que en nuestro país. En Alemania, por ejemplo, se utiliza con frecuencia para la restauración de casas de madera ya que permite solucionar problemas térmicos sin afectar a la estructura o apariencia de la vivienda.
Ventajas de utilizar el cáñamo como material en el sector de la construcción
Por lo tanto, podemos resumir que las características y por tanto las ventajas de construcción con cáñamo como material son las siguientes:
- Estabilidad: no se contrae por lo que no se producen grietas.
- Versatilidad: se puede utilizar en paredes, suelos, techos y en diferentes formatos.
- Eficiente: sus propiedades aislantes hacen que mantenga la temperatura estable en el interior de la vivienda.
- Aislante: evita que entre el ruido del exterior.
- Transpirable: evita que se produzcan condensaciones o moho.
- Ignífugo: el cáñamo presenta una gran resistencia al fuego.
Y, por encima de todo, el cáñamo es un material sostenible y beneficioso para el medio ambiente. Se puede cultivar en cualquier tipo de suelo y no requiere pesticidas. Al crecer purifica el aire, lo que reduce las emisiones de CO2, y mejora la calidad y rendimiento del suelo en el que ha sido plantado en un 40%.
Cannabric, el ladrillo de cáñamo made in Spain
Como decíamos al principio, el cáñamo se puede convertir en ladrillo. Una de las empresas pioneras es Cannabric, fundada por la arquitecta alemana Monika Brümmer en Guadix (Granada). Sus ladrillos son tan resistentes como los normales pero mucho más ecológicos.
Los bloques están elaborados con fibras de cáñamo industrial, cal hidráulica natural y una mezcla de minerales que tienen su origen en las cuevas de Guadix. Con todo eso crea una mezcla que se prensa en unos bloques macizos y se secan al aire. Por lo tanto, ya solo el proceso de fabricación tiene un bajo consumo energético.
Tal y como dijo la propia arquitecta en entrevista al periódico El Mundo, «las casas hechas de Cannabric tienen un elevado confort térmico, acústico y bioclimático. Etos ladrillos regulan las temperaturas y la humedad ambiental, como en una cueva pero con muros exteriores de tan sólo 30 centímetros de espesor».