Cómo adaptar la casa a una persona invidente

Raúl Alonso

Ofrecer un hogar que facilite su autonomía con seguridad y confort es el objetivo  principal a la hora de adaptar la casa a personas invidentes. Te contamos cómo hacerlo.

Crear un hogar que potencie la autonomía de la persona invidente o con baja visión es más sencillo de lo que parece. Para llevar a cabo el cómo adaptar una casa para un invidente hay que partir de una doble evaluación: primero de las necesidades presentes y futuras de la persona; y, en segundo lugar, de la vivienda, para determinar cuáles son los puntos de mejora que aporten seguridad y confort.

Según los últimos Datos del INE, 979.200 españoles de más de 6 años tienen discapacidad visual (Informe sobre la ceguera en España, Ernst & Young). Esto significa que casi un millón españoles cuenta con un resto visual inferior al 30%, y, de ellos, 58.300 son ciegos. Y tanto unos como otros pueden mejorar su calidad de vida, para ello solo habría que realizar ciertas modificaciones en las viviendas, consiguiendo adaptar la casa a una persona invidente.

Antes de adaptar la vivienda

Para contar con una vivienda más amable para una persona con ceguera o deficiencia visual es importante partir de dos premisas:  

  • Involucrar a todo el núcleo familiar. En algunos casos, el adaptar la casa a personas invidentes supone perjuicios para otros convivientes, que son más fáciles de asumir cuando todos forman parte de la toma de decisión. Pero es importante señalar que se trata de un proceso tranquilo, ya que “se asume sin dificultad, aunque sea a costa de la comodidad del resto de la unidad familiar”, explican en Manual para un entorno accesible, editado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
  • Analizar la situación presente y futura de la discapacidad. Es posible que se aborden procesos degenerativos que conlleven una pérdida gradual de la visión, y que deben ser considerados en las medidas que se van a acometer en la vivienda. 

Evaluación de la vivienda y objetivos de la reforma

Antes de empezar a adaptar la casa a personas invidentes, se debe estudiar la vivienda, analizando sobre todo las vías de circulación entre habitaciones y dentro de cada habitación, la disposición de muebles las fuentes de iluminación natural y artificial

En este proceso, para conseguir casas adaptadas para invidentes, se debe tener en cuenta que la mejora en la accesibilidad de la vivienda debe fundamentarse en: 

  • Posibilitar la orientación en los espacios.
  • Facilitar la localización de puntos de interés, objetos, etcétera.
  • Minimizar los peligros y alertar de posibles riesgos, punto a tener en cuenta cuando se habla de niños o personas de avanzada edad.
  • Recibir de forma comprensible la información disponible para realizar acciones y tomar decisiones.
  • Compensar las carencias para percibir los contenidos que son puramente visuales.

Cómo mejorar la accesibilidad 

En opinión de los expertos en autonomía personal de ONCE, para adaptar la casa a personas invidentes, es fundamental crear un entorno más accesible teniendo en consideración tres medidas concretas: 

  • Visuales. Esenciales para sacar el mayor rendimiento del resto visual que muchas personas tienen. Para conseguir favorecerlo, desde ONCE se aconseja “tener en cuenta el tamaño de los objetos y rótulos, colocándolos de forma que se facilite el acercamiento, utilizar colores que hagan el entorno más visible y realizar combinaciones de contraste cromático que permitan la rápida visualización, evitando los reflejos y utilizando correctamente la iluminación de los espacios”.
  • Auditivas. Este tipo de señales pueden facilitar la orientación en los desplazamientos y permiten recibir información de alerta de posibles peligros, por ejemplo, cuando se acerca a un tramo de escaleras o a una zona abuhardillada.
  • Táctiles. Diseñar la vivienda con texturas permite identificar o discriminar distintos espacios. Por ejemplo, para ayudar a desenvolverse en el escritorio de trabajo o en la encimera de la cocina.

Cómo adaptar la casa a personas invidentes

Reforzar la iluminación 

  • La inmensa mayoría de las personas con disfunciones en la visión no son ciegos totales, por ello una iluminación adaptada es el elemento que más puede ayudarles en actividades cotidianas como la de leer, cocinar o coser. 
  • Potenciar la luz natural. Al ser la que más facilita la visión, se deben orientar mesas o espacios de juego infantil para que sean más favorecidos por ésta, pero sin generar resplandor. Además, es importante elegir un sistema de persianas o cortinas que permitan regular con comodidad la intensidad de luz que entra en la vivienda en cada momento. 
  • Distribuir de forma adecuada las lámparas de techo para la iluminación general en la habitación, reforzándola con otras auxiliares y directas a los lugares en los que la persona realiza actividades.
  • Cuidar que no haya superficies brillantes en mesas o suelos para evitar deslumbramientos. ¡Y no azulejar las paredes de baño o cocina con materiales brillantes!

Ayudas visuales

  • Evitar papeles pintados en paredes, tapizados y textiles del hogar (alfombras o cortinas) con estampados de patrones geométricos, ya que les puede generar algún tipo de confusión.  
  • Decorar buscando contrastes de colores. Esto es especialmente importante en las puertas, donde los pomos deben contrastar con el resto. Del mismo modo, se deben elegir colores vivos para el marco de la puerta y  lo mismo ocurre en las placas de los interruptores o enchufes, tiradores de muebles y cajones, etcétera.
  • Utilizar accesorios de colores brillantes para facilitar su localización. Especialmente importante en el baño: dispensador de jabón, papel higiénico, toallero; o en la cocina (grifería, electrodomésticos…).

Ayudas táctiles

  • Etiquetas en braille. Cada vez más invidentes saben leer este sistema, por lo que es de gran utilidad etiquetar con él alimentos, medicinas, productos de limpieza, vídeo o CDs…
  • Se pueden utilizar gomas elásticas o etiquetas de tela para ayudarle a identificar sus objetos. Una goma en su cepillo de dientes, una pegatina de fieltro en tarros de cremas, o algún brick del frigorífico, etc…

Seguridad

  • “Tan importante como el diseño, es la eliminación de riesgos que debe tener en cuenta la señalización de elementos estructurales: columnas, esquinas, el diseño y la ubicación del mobiliario, etcétera”, se señala desde la Once.
  • Cuantas menos cosas, mejor. Se debe reducir el número de objetos en armarios, estanterías y cajones para facilitar la búsqueda y evitar riesgos.  
  • Los muebles deben estar pegados contra la pared, y los de pared deberán estar anclados. Además, se pueden pegar con cinta aislante las alfombras para evitar tropezar.
  • Duchas sin escalón, sin cortinas y con barras de sujeción
  • Puerta del baño con apertura hacia afuera.
  • Ventanas correderas para evitar golpearse si están abiertas.
  • Suelos antideslizantes en baño y cocina. 
  • Placas de cocina que no sean táctiles y con relieve para indicar qué fuegos están encendidos.
  • Establecer un “orden” para todos los miembros de la familia es una ayuda esencial para el invidente para, por ejemplo, no tropezar con objetos fuera de su sitio, como juguetes, zapatillas, etcétera, que estarán ordenados siempre en ese orden preestablecido.
  • Si hay escaleras, se debe marcar cada peldaño.

La casa del futuro: inteligente y segura 

Algunas de las últimas tendencias del mercado para adaptar la casa a una persona invidente son: alfombras con detección de presencia, balizas beepcons diseñadas para localizar objeticos, smart tv adaptada al invidente, secadores corporales, armarios motorizados, cocinas con encimera regulable, inodoros automáticos controlados por una pantalla táctil… Estas y otras muchas tecnologías ya están facilitando la vida en casa a muchos invidentes, y aún más lo harán en el futuro.  

La tecnología se ha convertido en el elemento más transformador en la vivienda de las personas con discapacidad sensorial. Y pronto, su uso será generalizado. Las promesas son innumerables: asistentes personales por voz, domótica, electrodomésticos controlables desde el teléfono móvil, vídeoportero con control de accesos, apertura y cierre de puerta automatizada, cubiertos y mesas especiales…

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