Los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines empezaron una nueva vida en una paradisiaca isla imposible de localizar en los mapas. Un lugar de playas de arena blanca y aguas cristalinas, rodeados de selva, cascadas y montañas. La trama de la premiada serie Lost, no habría tenido tanta gracia si el escenario en el que se suceden los hechos además de un entorno sin igual, no hubiera tenido una enorme dosis de sucesos inexplicables.

La isla tenía una serie de propiedades mágicas que se escapaban a la razón del espectador. Los guionistas de Lost mantuvieron la atención de la audiencia en cada capítulo hablando de un lugar creado en la ficción.  Sin embargo, la isla de Lost no es el único rincón del planeta al que por diferentes motivos se les atribuyen propiedades mágicas. Muchas de esas creencias provienen de antiguas civilizaciones que se mantienen firmes entre los pobladores actuales.

Los bosques de kauris en Nueva Zelanda

Cada uno de estos gigantes árboles mantiene un ecosistema de miles de especies, por lo que no es de extrañar que para acceder a ellos sea obligatorio desinfectarse hasta las suelas de las zapatillas. Tane Mahuta, conocido como “El Señor del Bosque”, el kauri más grande del país, tiene aproximadamente 2.000 años y continúa creciendo. Tiene cerca de 18 metros hasta la primera rama y 4,4 metros de diámetro. Los pueblos nativos del país (moarís o maoríes) consideran árboles sagrados a esta especie por ser testigos de una gran parte de la historia. Sobre ellos versan numerosas historias y leyendas. Una de ellas sostiene que el pueblo maorí fue criado por ellos antes de convertirse en seres humanos.

 

La selva del Parque Nacional de Tanjun Puting

No son sólo los pobladores de la selva los que creen en las historias sobre los espíritus que allí habitan desde hace miles de años. Prácticamente todos los indonesios de la isla de Borneo son capaces de dar fechas, nombres y apellidos de historias reales relacionadas con los fantasmas del parque. Hablan de ellos con una naturalidad pasmosa y sin ningún miedo. Se adentran en la selva sabiendo que son “ellos” quienes nos dan permiso para estar allí.

 

El Parque Nacional de Tanjun Puting es uno de los pocos lugares en el mundo en el que se pueden ver orangutanes y varias especies de primates en libertad. Una de las historias que varias personas afirman haber visto con sus propios ojos, está relacionada con la desaparición de un hombre en la selva. Los chamanes se pusieron en contacto con los espíritus que allí habitan y estos les revelaron que había sido devorado por un cocodrilo mientras nadaba en el río. Los chamanes le pidieron a los espíritus que si podían devolver el cuerpo a su familia y entonces, todo el pueblo presenció como el cocodrilo emergió del río y dejó el cuerpo del hombre en la orilla.

El lago Titicaca, en Perú y en Bolivia

Las aguas del lago navegable más alto del mundo bañan la tierra firme y las islas de los dos países. La confluencia de la cultura quechua e inca con la religión católica de los antiguos conquistadores convierte este lugar en un nido de maravillosas historias mágicas que mezclan las tres culturas. Desde cargarte con la energía solar colocando tus pies y tus manos en un lugar estratégicamente elegido, cambiar tus ciclos de carga energética tocando la piedra mágica que tiene la misma forma que el lago (el Puma) o beber agua del manantial de la eterna juventud. A todo ello, se suman las ceremonias y ofrendas para agradecer a la Pachamama (la madre Tierra) el resultado de las cosechas que se siguen practicando cada año.

El mundo está lleno de paisajes capaces de cortarte la respiración por su belleza y grandiosidad, plagado de rincones que parecen dibujados por una mano con un pincel gigante y que ponen de manifiesto el poderío de las leyes de la Naturaleza. Es precisamente un punto en común de todos estos lugares. Son rincones en los que la Naturaleza demuestra su enorme poderío, en los que el hombre ha aprendido a vivir en armonía con el entorno utilizando los recursos que le ofrece la naturaleza para su supervivencia.

¿Conoces algún rincón del mundo en el que la exuberante naturaleza sea la protagonista de sucesos mágicos e inexplicables?