¿Sueles comer en casa? ¿Viajas a menudo? ¿Vas a necesitar un despacho? ¿Tienes pensando recibir muchas visitas? Vivir solo significa, sobre todo, diseñar un hogar de acuerdo a tus costumbres y hábitos. Toma nota de los siguientes consejos para sacarle el máximo partido a tu vivienda de soltero.
1. Sé desinhibido: Elige una distribución abierta y fluida
Al estar solo, no necesitas habitaciones cerradas: crea un espacio amplio y de planta abierta, para que la circulación sea más dinámica y la luz natural llegue a todos los rincones.
Puede que te interese concebir el espacio como un loft, sin divisiones fijas; o dar protagonismo a la zona pública –ideal, si trabajas en casa… o si tienes pensado recibir amigos a menudo.
Precisamente viviendo solo no hay lugar para fórmulas encorsetadas: si tienes ganas de tener el baño abierto al dormitorio o a la terraza y ducharte con vistas, hazlo.
Eliminando tabiques y puertas, también aprovecharás mejor la superficie y podrás poner en práctica distribuciones más optimizadas.
Espacio creado por Robert Granoff – Encuentra inspiración para salones contemporáneos
2. Sé un cocinillas: Convierte la cocina en un arma de seducción con una isla central
Lo ideal es que la cocina tenga una isla o península, para compartir los momentos en que estás cocinando con los invitados. También podrás usarla como bar.
Añade calidad estética con mucha luz natural: integra la cocina al estar-comedor. No conviene recargarla, así que opta por un mobiliario sencillo pero atractivo: superficies sinterizadas, los tiradores ocultos, la madera natural y clara, así como una cuidada iluminación sectorizada.
3. Sé práctico: Recurre a un equipamiento básico
Si la cocina no es tu fuerte, viajas mucho o no sueles comer en casa, instala un equipo con lo imprescindible para funcionar con básicos.
Busca electrodomésticos a los que le puedas sacar partido, como es el caso del microondas, la cafetera exprés, el frigorífico con dispensador de hielos y el armario refrigerador para vinos. Los puedes ubicar en un espacio pequeño, en el pasillo de entrada o integrarlos en un mueble multifunción.
4. Sé egoísta: El estar es todo para ti
Un sofá mullido y profundo, con chaise longue y pufs, y una o dos butacas de diseño: poco más necesitas para ser el rey en tu salón.
En espacios reducidos, opta por un sofá esquinero que, incluso, pueda servir como cama de invitados. La mesa de centro mejor muy grande: aceptará más usos. Se puede armar con varios módulos, por ejemplo.
Prescinde de las librerías; en su lugar, buscar aparadores bajos en los que instalar la cadena musical, el televisor. De paso, en su interior, podrás esconder secretos y objetos –por ejemplo, esa colección de discos horteras de los 80– fuera de las miradas de los curiosos.
Si prefieres algo liviano, elige baldas corridas de pared a pared, útiles para apoyar cuadros.
5. Sé creativo: Aprovecha (o crea) las entreplantas
Es el sueño de todo soltero que se precie: abajo la zona de día y, en un altillo con abertura al salón, el dormitorio. También puede ser el lugar ideal para instalar el rincón de trabajo.
Apuesta por fórmulas atrevidas para la escalera, como voladas o sin barandilla. La luz natural, si vives en un ático, puede multiplicarse instalando ventanas de techo: la calidad del espacio ganará en perspectivas y amplitud, aunque no tengas superficie en planta. Hablamos de la solución habitual en la reconversión de espacios con altura, como cuadras, naves comerciales, garajes o talleres industriales.
6. Sé integrador: Une dormitorio, vestidor y baño
Estos tres espacios, por estar relacionados funcionalmente, pueden concebirse en un diseño conjunto. Así será más cómodo su uso y podrás ubicarlos dentro de una secuencia lógica de actividades. También puedes optar por eliminar las divisiones fijas o ciegas, para que vestidor y baño se unan al dormitorio.
Espacio creado por GCA Architects – Inspírate con ejemplos de dormitorios industriales
7. Sé coqueto: Armario o vestidor, imprescindibles
Instala el vestidor un cuarto contiguo a tu dormitorio y, si puedes hacer obra, abre una comunicación directa con éste. Si la casa es pequeña y no te deja muchas opciones de almacenaje, piensa en un mueble que actúe como vertebrador de espacios, lo que ayuda también a sectorizar de una manera ordenada y con calidad estética la vivienda.
En la imagen, vemos cómo el armario se concibe dentro de un bloque central que aloja de un lado el lavabo y, del otro, la cocina.
8. Sé responsable: Diseña un espacio de trabajo
Espacio creado por Tamara Eaton Design – Ver más fotos de despachos urbanos
El espacio que le dediques a tu lugar de trabajo dependerá de tu actividad, de si necesitas un puesto fijo o de si te arreglas con la isla de la cocina o el sofá.
Piensa en un espacio en el que puedas trabajar en equipo y recibir gente. Conviene que le des carácter profesional con una silla ergonómica, espacios de almacenamiento e iluminación puntual. Resulta práctico contar con divisorios correderos o escamoteables, para así independizarlo de la zona de día, cuando sea necesario.
9. Sé creador de ambientes: No renuncies a una atmósfera nocturna
Un interior bien iluminado, con diferentes calidades e intensidades de luz, es imprescindible en una casa en la que vives solo, donde el clima nocturno ha de ser atractivo, alegre, sereno y escenográfico. ¿Qué tipos de luces necesitas?
- Necesitas una luz ambiental confortable, con una temperatura de calor que no pase de los 2.700º Kelvin, variada, para tener distintas escenas lumínicas.
- Una de techo, para crear acentos de luz en paredes, ensanchar proporciones e iluminar objetos y cuadros;
- Una de sobremesa y suelo, para conseguir un ambiente equilibrado y relajado;
-
Por último, una puntual, en cocina, mesa y en el rincón de lectura.
Espacio creado por Andrew Franz Architect PLLC – Inspírate con fotos de comedores actuales
10. Sé tú mismo: Encuentra el estilo que mejor encaje contigo y con el espacio
A la hora de buscar materiales, actúa con libertad y encuentra la conexión con el espacio, la luz natural y el entorno.
Los tópicos quedan diluidos en cuanto trabajas con la idea de un estilo en concreto, como pasa por ejemplo, con el Mid-Century Modern, cuyos muebles encajan a la perfección en la filosofía del mueble útil pero bello.
¿Características? Líneas livianas, la calidez que aporta la madera y versatilidad de usos, de ahí que sea un estilo perfecto para espacios más acotados, como un piso de tamaño medio de ciudad.
¿Y TÚ?
¿Vives solo? ¿Cómo has conseguido diseñar un espacio a tu medida?
Redacción equipo Houzz