Fue uno de los últimos proyectos que Steve Jobs puso en marcha antes de morir: el diseño de la nueva sede de Apple, también en Cupertino y a muy pocos kilómetros de la anterior. Tras muchos retrasos, al fin ya está lista y se ha iniciado la mudanza de los 12.000 empleados, que se prolongará hasta final de año.
Jobs estaría satisfecho con el resultado, obra de Norman Foster y su equipo. Apple Park es un complejo espectacular de 70 hectáreas en el que la arquitectura futurista se convierte en el marco perfecto para uno de los más importantes centros de investigación I+D.
El edificio central, en forma de anillo, ocupa 26 hectáreas y en su construcción se han empleado los paneles de vidrio más grandes del mundo. El objetivo era hacer un recinto muy luminoso, aprovechando al máximo el sol de California.
“La visión que Steve tenía de Apple estaba adelantada a su tiempo. Su intención era que el Apple Park se convirtiera en el centro de la innovación para las generaciones futuras –ha explicado Tim Cook, el consejero delegado de la compañía–. Los espacios de trabajo y las zonas verdes están diseñados para inspirar a nuestro equipo y proteger el medio ambiente. Hemos logrado construir uno de los edificios con mejor rendimiento energético del mundo y el campus funcionará exclusivamente con energías renovables”.
Los paneles solares instalados en el techo de ese recinto tienen capacidad para producir 17 megavatios, de manera que pueda autoabastecerse de energía por completo. Además, la ventilación natural de los edificios permitirá que durante nueve meses del año (los menos calurosos) no se necesite ni calefacción ni aire acondicionado.
Los empleados, lo primero
Apple Park pretende ser mucho más que un centro de trabajo. De hecho, es una pequeña ciudad concebida para que la disfruten sus empleados. En sus tiempos de descanso, podrán pasear o correr por los 3,2 kilómetros de paseos flanqueados por 9.000 árboles y extensas praderas donde almorzar o hacer reuniones al aire libre.
Además contarán con un gimnasio de casi 10.000 m2, restaurantes biológicos y un teatro para presentaciones con capacidad para mil personas. Así mismo, se ha reservado un gran espacio para los visitantes, con un colosal Apple Store y un centro que explicará el origen y la evolución de la compañía.
“A Steve le fascinaban la luz y la extensión del paisaje de California. Era su fuente de inspiración. Y el Apple Park lo refleja a la perfección –ha explicado en una carta Laurene Powell, la viuda de Jobs–. En este campus tan luminoso habría alcanzado grandes logros, como lo harán los empleados de Apple”.
Foto: APPLE PARK ©Foster + Partners