Si hay que cambiar de lugar en casa para recibir bien la señal WiFi es porque vivimos en una mansión de dimensiones propias de multimillonario o es que algo va mal con nuestro router. Como imaginamos que la mayoría de los casos responde al segundo supuesto, veamos cinco soluciones rápidas y baratas para mejorar o amplificar la señal.

Recolocar el router

Generalmente no se estudia la mejor ubicación para el router. Para algunos basta con colocarlo donde menos moleste. Es un error. Ese dispositivo es un antena que emite en todas direcciones, por tanto debería estar en el centro de la vivienda y en un lugar alto para que la señal se distribuya correctamente.

Cuanto más en la periferia esté y más baja sea su ubicación, más costará que la señal llegue hasta el otro extremo porque tendrá que superar más obstáculos. Por eso además nunca hay que colocarlo dentro de un armario, en un rincón o rodeado de objetos.

Actualizar el firmware

El firmware es un pequeño programa que hace funcionar el router según las instrucciones del fabricante. Es posible que con el tiempo se haya desactualizado, disminuyendo su capacidad. Para comprobarlo, hay que conectarse al dispositivo a través de una línea Ethernet, introducir la dirección IP del router en el navegador,  verificar si existen actualizaciones y descargarlas.

Puede que el dispositivo ya sea demasiado antiguo o que sus prestaciones sean pobres. En ese caso, no hay otra solución que comprar uno nuevo. Los precios van desde los 20 a los 300 euros, aunque uno de 50 ó 60 euros basta para una vivienda media. Y mejor si cuenta con antenas externas que permitan orientar la señal.

Cambiar el canal WiFi

La señal llega a los dispositivos inalámbricos a través de un canal pre-configurado. Tal vez es el mismo canal que utilizan muchos de los vecinos del inmueble, generando así una saturación que provoca interferencias. Se puede cambiar con la ayuda de aplicaciones que son capaces además de identificar cuántos dispositivos hay conectados, la potencia de la señal y las posibles interferencias. NetSpot es una de las aplicaciones más completas y más sencillas de utilizar.

Usar un router viejo como repetidor

Dos routers conectados distribuyen mejor la señal WiFi, de tal modo que uno sirve como repetidor del otro. Para vincular los dos aparatos, hay que desconectar el DHCP (el protocolo que asigna las direcciones que conectan el ordenador o el móvil a la Red) de algún router viejo y modificar la conexión de la intranet para que el IP LAN del router secundario quede dirigida al router principal. Los dos aparatos se colocan en distintos puntos de la casa para que la señal se distribuya uniformemente.

Instalar un amplificador de señal

Los amplificadores hacen la misma función que el router viejo que comentábamos en el anterior apartado, pero la configuración es mucho más sencilla. Hay muchos modelos en el mercado, pero los más utilizado en los hogares son los PLC. Se conectan a cualquier enchufe y envía la señal WiFi a través de la instalación eléctrica a todas los espacios de la casa. Sus precios: entre 50 y 100 euros.