España es el segundo país más montañoso de Europa y, por ello, no es de extrañar que el turismo de nieve crezca cada año. La temporada pasada 2014/2015 hubo más de 5 millones de visitantes en las estaciones de esquí españolas, según la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (ATUDEM), y las previsiones van en aumento gracias a que los deportes de invierno ganan cada vez más adeptos.
Este año, a pesar de que el frío y la nieve se han hecho esperar, las 33 estaciones de esquí se ponen en marcha para dar la bienvenida a los amantes de los deportes invernales. Con 1.100 kilómetros a recorrer, más de 100 días de media en los que podemos practicar el esquí y desniveles superiores a los 1.500 metros, ¿cuáles son las mejores estaciones de esquí en España? Os presentamos las ocho estaciones nominadas a los prestigiosos World Ski Awards.
Cerler, ganadora por segundo año consecutivo
La estación de esquí de Aramón Cerler está situada en el Pirineo aragonés, en el pueblecito de Cerler, una localidad que pertenece al Valle de Benasque y que todavía conserva la esencia de las aldeas de la comarca de La Ribagorza, con sus típicas chimeneas, los tejados de pizarra y un dialecto propio de la fabla aragonesa: el patués.
Para las personas enamoradas de los grandes desniveles, Cerler es una de las estaciones de peregrinación, ya que más de 60 picos del Valle superan los 3.000 metros de altura, lo que lo convierten en un lugar privilegiado. Por ello, Cerler cuenta con uno de los mayores desniveles en España, que va desde los 1.500 metros de la base a los 2.700 del Pico Gallinero: 79 kilómetros esquiables, 68 pistas y 19 remontes.
Baqueira-Beret, prestigio y singularidad
La estación leridana de Baqueira Beret es una de las más conocidas de nuestro país por las destacadas personalidades que esquían en ella. Además, está considerada una de las mejores y más completas de España, incluyendo la oferta para nuevas modalidades como los circuitos de boardercross (carreras de snowboard de 4 a 6 participantes). La estación de Baqueira-Beret se encuentra situada en la Vall d’Aran, en el Pirineo catalán, un valle que engancha y sorprende al viajero por su espectacular orografía de cimas superiores a los 2.000 metros, su gastronomía, su riqueza cultural y su propia lengua occitana: el aranés.
Además, Baqueira-Beret es la que tiene un mayor número de kilómetros (155 km) repartidos en 103 pistas y 34 remontes. Por todo ello, ha sido premiada por el Consejo Superior de Deportes (CSD) con la Medalla de Bronce al Mérito Deportivo.
Sierra Nevada, la estación más al Sur de Europa
La estación de esquí de Sierra Nevada es la estación de mayor altitud de España y en la que, paradójicamente, podemos disfrutar al mismo tiempo del sol y de la nieve. Su situación privilegiada en plena cordillera Penibética, a 27 km de Granada y menos de 100 km de la costa, hacen de reclamo tanto para el turismo de deportes invernales como para el que busca el sol y la playa.
Además, la estación de Sierra Nevada está considerada una de las mejores de España por su completa oferta turística y la tercera respecto al número de kilómetros. Cuenta con 115 pistas en donde se pueden recorrer hasta 108 kilómetros, 350 cañones de nieve artificial, 15 escuelas de todos los niveles (incluido el esquí adaptado), snowpark y circuitos para el esquí de fondo.
Formigal-Panticosa, la oferta más completa de ocio
La estación de Formigal-Panticosa, también ubicada en el Pirineo aragonés, es uno de los mayores complejos turísticos de nieve que tenemos en el país, con 176 kilómetros de pistas repartidos en 147 pistas y 37 remontes a los que se une un esquí-bus cada media hora que conecta los seis pequeños valles que forman el complejo.
Además de esquiar, en 2012 se inauguró el Portalet Park, una zona de ocio en la nieve donde se pueden practicar actividades tan insólitas como ski bike, ice karting, paintball, construcción de iglús, trineos tirados por perros nórdicos, snake gliss (descenso en un tren de trineos unidos), tubbing (descenso sobre un flotador especial para la nieve) o motos de nieve. Y si no eres de emociones fuertes, también puedes disfrutar de su famoso balneario.
La Molina y Masella, las reinas de las cimas del Pirineo catalán
La estación de esquí de La Molina está situada en la Cerdanya (Girona) y, en la actualidad, tiene 67 km repartidos en 61 pistas, un snowpark y el super pipe (estructura semicircular
utilizada para la práctica del snowboard) más grande de los Pirineos, que sirven de atractivo para el turismo de nieve. Además, esta estación fue pionera en España abriendo el primer remonte comercial en el año 1943 y cuenta con una larga trayectoria en eventos deportivos internacionales como la Copa del Mundo de Esquí Alpino (2008), los Campeonatos del Mundo de snowboard (2011) o los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino para discapacitados (2013).
Al otro lado se encuentra la estación de esquí de Masella, situada en el pico de la Tosa a 2.535 metros de altura. Ambas se comunican a través del punto de encuentro de Dues Estacions. Masella tiene un total de 74 kilómetros repartidos en 65 pistas y 18 remontes. Su principal atractivo es que ofrece la posibilidad de esquiar en un entorno natural que permite contemplar algunos de las cimas más altas del Pirineo catalán, como son el Puigmal, el Carlit y el Puigpedrós.
Astún y Candanchú: deporte, naturaleza e historia en el Valle del Aragón
En el Valle del Aragón, además de nacer el Reino que tomó el nombre del río Aragón, se sitúan dos estaciones de esquí que no podían faltar en la lista: Astún y Candanchú. La estación de Astún cuenta con 50 kilómetros de pistas esquiables de las que 40 kilómetros son balizadas y cuya cota se sitúa entre los 1.660 y 2.300 metros. Por otra parte, Candanchú cuenta con otros 50 kilómetros, tiene una posición orográfica que la resguarda del viento lo que hace que su apertura esté asegurada todos los días de la temporada.
Ambas son una combinación perfecta tanto para novatos como para expertos, ya que cuentan con la posibilidad de practicar el esquí de fondo y conocer de primera mano los secretos que esconde este Valle. Además, si te gusta la cultura no puedes dejar de visitar Jaca (a tan solo 30 kilómetros), el Monasterio de San Juan de la Peña, la Estación de Ferrocarril abandonada de Canfranc o la Cueva de las Güixas (Villanúa).
Como podéis ver, en España contamos con una amplia oferta para el turismo de nieve, no sólo para aquellos que buscan practicar el deporte blanco por excelencia, sino también para las personas que disfrutan con rutas por la montaña, actividades de ocio y aventura, cultura, gastronomía… ¡No te lo pienses más y aprovecha el invierno para viajar!