Cómo equipar una habitación como despacho para trabajar desde casa

Equipo de Redaccion

Acudir al trabajo sin salir de casa. Para muchos es un sueño, para otros una opción profesional que se está convirtiendo en tendencia por los cambios en el mercado laboral. Las nuevas tecnologías permiten transformar en oficina casi cualquier espacio, aunque no todo depende del ordenador y de Internet.

Si has decidido aceptar la propuesta de tu empresa para ser un teletrabajador, o eres autónomo y vas a establecer el despacho en tu domicilio, deberías tener en cuenta una serie de consideraciones para que ese espacio sea un lugar práctico, funcional y agradable. No se trata sólo de contar con lo imprescindible, sino de crear un entorno que te ayude a ser productivo.

Con la ayuda de Marco Ayuso, coach y escritor, además de trabajador desde casa, y Ezequiel Farca, reconocido diseñador de interiores, hemos preparado una serie de recomendaciones para ayudarte a adaptar tu casa.

Primer paso. Elige la habitación más adecuada

Parte de tres necesidades básicas:

  • Espacio para poder colocar los elementos imprescindibles (mesa, silla, ordenador, teléfono…) y hacer una adecuada distribución. Deberías disponer, al menos, de un metro y medio a tu alrededor en el lugar donde te vas a sentar para moverte con comodidad.
  • Luz. La habitación tendría que disponer de una entrada de luz natural, aunque con cortinas para atenuar su intensidad. La luz artificial debe ser de tonos blancos (para espacios sin mucha luz) o azules (favorece la concentración). El color de las paredes tendría que adecuarse a ese ambiente, mejor tonos suaves y claros. Utiliza lámparas LED tanto por el ahorro como porque proporcionan una iluminación más precisa. También es recomendable una lámpara de mesa para la lectura. Todos los puntos de luz tienen que quedar perpendiculares o a la espalda del ordenador para evitar los reflejos.
  • Concentración. La estancia debería ser la más tranquila de la casa, donde poder aislarte del entorno; silenciosa y bien ventilada.

Segundo paso. Los elementos básicos

Como idea general, los muebles tiene que cumplir una función práctica, es decir, conviene que sean ligeros pero resistentes, ergonómicos y que permitan ubicar de manera eficaz todos los dispositivos electrónicos que precises (ordenador, scanner, impresoras…).

  • Mesa. Cuanto más amplia sea su superficie mejor, aunque siempre hay que tener en cuenta la distribución del resto del despacho. Las medidas estándar son 75 cm de altura y, por lo menos, un metro de anchura. Los escritorios más funcionales cuentan con regletas para soportar el cableado, de manera que no enreden en el suelo. Su mejor colocación es cerca de la ventana y lo más alejada de la puerta para favorecer la movilidad en la habitación.
  • Silla. Es imprescindible la ergonomía porque vas a pasar muchas horas sentado en ella. Las características exigibles son unas medidas de 42 por 40 cm, el borde delantero redondeado, el respaldo curvo y ligeramente inclinado hacia atrás, y una base suave pero firme.
  • Archivadores. Pueden ser móviles y fijos. Por ejemplo, lo más práctico para colocar libros de consulta son las baldas, donde están siempre a la vista y con fácil acceso. Los archivadores móviles (en una cajonera o en soportes autónomos con ruedas) son muy útiles para ordenar los documentos y tenerlos a mano sin que te ocupen espacio sobre la mesa.

Tercer paso. Ponerse a trabajar

  • Organiza el despacho de tal manera que en la habitación cada elemento de trabajo tenga su lugar, desde bolígrafos y folios para tomar notas hasta una papelera para la basura.
  • Ponte un horario para no saturarte y realiza descansos periódicos. Una mente cansada es poco productiva.
  • Dispón de un espacio para recibir a clientes.
  • Ten en cuenta la fiscalidad. Si eres autónomo, al dar de alta tu actividad económica en Hacienda, señala qué parte de tu vivienda habitual (porcentaje del espacio) la dedicarás a esa actividad, de tal manera que en las declaraciones de la renta puedas deducir el gasto proporcional de luz, agua, teléfono, Internet, gas y mantenimiento.

Foto @Alejandro Pinto, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

Etiquetas