Algunos dicen que la curiosidad mató al gato y, sin embargo, otros pensamos que el mundo no avanzaría si no fuera gracias a ella. La curiosidad es nuestro motor de aprendizaje, es la que nos lleva a meter los dedos en los enchufes cuando somos pequeños y la mejor aliada de cualquier explorador. Es la que se encarga de llenarnos la cabeza de preguntas y la que nos impulsa a investigar hasta que conseguimos dar con las respuestas.
Cada vez que ponemos el pie en un nuevo lugar, nuestros cinco sentidos se despiertan de golpe. Es como si la curiosidad se elevara a su máximo exponente para descubrir que todo lo que conocemos como “normal” y habitual, poco o nada se parece a lo que en otras partes del mundo interiorizan como parte de su día a día.
He aquí algunas curiosidades, costumbres y rarezas que están esperando para tu uso y disfrute personal ahí fuera. Antes de leerlas echa un vistazo a tu alrededor, memoriza cada uno de los detalles que te rodean y pregúntate cómo sería tu vida si en lugar de haber nacido aquí, lo hubieras hecho al otro lado del mundo.
- La moto que mágicamente se convierte en vehículo de gran tamaño. En aquellos países en los que son pocos los que pueden permitirse tener un coche, la moto es el principal medio de transporte familiar que, además de ser capaz de llevar hasta cinco personas (entre adultos y niños), sirve como camión de mudanzas, para el reparto de garrafas de agua o botellones de gas, por ejemplo.
- Para muchas culturas, eso de “estar moreno” no es para nada sinónimo de belleza. Da igual que haya un sol de 40 grados y que se sude a chorros. Uno se pone sus guantes, su chaqueta, su antifaz y lo que haga falta para que no te toque ni un despistado rayo y así, mantenerte blanco nuclear.
- En Birmania no existen las fuentes de agua públicas. En su lugar encontrarás los cántaros de agua solidarios, comprados por diferentes almas caritativas y puestos en medio de la ciudad con un vasito atado a una cuerda para que todo aquel que tenga sed, pueda satisfacerla. Una actividad más en la que se refleja la creencia de la religión mayoritaria del país: el budismo. Si haces el bien a los demás, este siempre volverá a ti.
- Si en Dubái te subes a un taxi la radio del vehículo pasa a tu entera disposición. Al conductor le parecerá bien que le cambies la emisora, subas o bajes la música a tu antojo e incluso que enciendas o apagues la radio, así esté escuchando su programa favorito o los resultados deportivos.
- La venta ambulante y los remedios que todo lo curan. En países como Bolivia, Perú o Ecuador si te duele algo, tienes dos opciones: ir al médico o coger el autobús. Si eliges la segunda, además de desplazarte, te garantizas que antes o después subirá alguien con algún milagroso remedio capaz de solucionar casi cualquier problema de salud por sólo un dólar.
- El café más caro del mundo sacado de los excrementos de un animal. El grano rojo del kopi luwak indonesio, se le da a comer a una civeta y se recoge, limpia y tuesta después de que el animal lo haya digerido. Este proceso modifica su sabor convirtiéndolo en uno de los cafés más preciados del mundo.
- Una hora menos en… Galápagos. Si pensabas que los locutores españoles son los únicos que dan los buenos días con esta famosa coletilla estabas equivocado. Encender el transistor en Ecuador te hará descubrir que nuestras fronteras no son las únicas que tienen dos usos horarios.
- Las asiáticas siestas entre horas. Si te sorprende el sueño a cualquier hora del día, no te cortes y échate a dormir donde te plazca. No importa que estés en la calle, en la oficina o en un restaurante. Encima de una moto, en un coche, entre las verduras de los puestos del mercado, en el suelo de tu propio negocio, en una banco de la calle o incluso encima de tu ordenador. Dormir delante de los demás no tiene nada malo para ellos.
- Comer con las manos puede llegar a ser más difícil que hacerlo con los cubiertos. A priori parece sencillo pero… ¿y si te encuentras delante de un plato de arroz? Tu primera reacción sería cogerlo a puñados y subir la comida por encima de la boca. Sin embargo, se hace de abajo hacia arriba formando un triángulo con todos los dedos y empujándola con el pulgar.
- El uso del papel higiénico no es una práctica común en muchos lugares. Cubetas con agua, mangueras, agujeros con chorros… ¿quién dijo que el papel higiénico fuera lo más higiénico?
Por suerte, el mundo está lleno de personas y culturas completamente distintas a la nuestra. Lleno de excéntricas e increíbles curiosidades. De cosas que nos hacen preguntarnos el porqué aquí bebemos agua fría y al otro lado del mundo la beben caliente. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? o mejor dicho ¿por qué no?
