Métodos para valorar un inmueble. ¿Los conocías todos?

Equipo de Redaccion
¿Cuál es el valor de tu casa? Para saberlo hay que tener en cuenta multitud de factores como la ubicación, los metros cuadrados, disponibilidad de servicios en la zona…todo cuenta para establecer un precio final de mercado.

Las valoraciones oficiales están sujetas a la orden ministerial ECO 805/2003 sobre normas de valoración de bienes inmuebles, donde aparecen los parámetros técnicos que se tendrán en cuenta en el momento de tasar una propiedad. Dichos métodos permiten obtener el valor de mercado, el valor hipotecario y el valor de reemplazamiento. Los métodos dentro de esta orden ministerial son:

Método de comparación: es el método más habitual. En la valoración se analiza el mercado de las viviendas similares a la venta que hay en el entorno de la vivienda a valorar. A esas referencias se les da el nombre de “inmuebles testigo” y tienen que ser, según ley, un mínimo de seis. De este modo, se hace una media del coste del metro cuadrado de las viviendas comparadas y se equipara al de la propiedad en estudio; tras ello, se multiplica por los metros totales de superficie y se obtiene el precio final de mercado. Para la utilización de este método será necesario que exista un mercado representativo de inmuebles con los que comparar, y  disponer de datos sobre transacciones y ofertas que permitan identificar parámetros adecuados para realizar la homogeneización.

Método de coste: verifica que la valoración es objetiva, aunque puede servir también como método final. El cálculo se basa en lo que supondría el valor de remplazamiento del inmueble bruto, es decir, lo que costaría reponer la propiedad y construirla de nuevo. Para ello hay que tener en cuenta el valor del terreno en el que se encuentra el inmueble, más el coste de edificación o las obras de rehabilitación, y los gastos que necesitaríamos para realizarlo.

Método de actualización de rentas: permite valorar el inmueble a partir de las rentas que éste pudiera generar. Para eso habría que comparar ese activo con otros parecidos a los que se dé un uso similar.

Método residual: se utiliza cuando no es posible utilizar el de método de comparación, sobre todo en el caso de terrenos edificables o de inmuebles a rehabilitar. Consiste en calcular el valor del inmueble con la construcción finalizada y restarle los gastos que son necesarios para que el inmueble llegue a ese estado.

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