Black Rock City: la ciudad que sólo existe una semana al año

Equipo de Redaccion

Si viajas hasta Estados Unidos y atraviesas el inhóspito desierto de Nevada entre el 27 de agosto y el 4 de septiembre de este 2017 te toparás con Black Rock City, una metrópoli en la que 70.000 personas estarán celebrando en comunidad el arte, la creatividad y la música. Si vuelves a pasar por el mismo punto tan sólo unos días después, te sorprenderás al comprobar que la ciudad se ha volatilizado.

Este fenómeno se repite todos los años: desde hace más de 3 décadas, decenas de miles de personas se citan en este desierto durante una semana para participar en la madre de todos los festivales, el Burning Man (‘hombre en llamas’). Son estas mismas personas las encargadas de levantar, vivir y desmontar esta ciudad efímera que ha despertado el interés de muchos urbanistas contemporáneos.

Que la ciudad sólo exista una semana al año no es lo único que hace especial a Black Rock City. Por citar sólo alguna de sus peculiaridades, se trata de una metrópoli desmercantilizada: el dinero sólo te servirá allí para comprar hielo y café, aunque se permite el trueque y puedes esperar recibir regalos desinteresados. También es una ciudad autosuficiente (cada cual es responsable de acudir con suficiente agua y comida, así como con el resto de enseres que necesitará para sobrevivir en un entorno tan hostil como el desierto). Además, los ciudadanos temporales deben ser sujetos activos en la comunidad y no meros espectadores y, uno de los principios más importantes que impera en la ciudad es el de no dejar huella de tu paso por ella: cada asistente está llamado a responsabilizarse de dejarlo todo tal y como lo encontró.

 

Los orígenes de la ciudad efímera

Como todas las ciudades, Black Rock City ha ganado en complejidad de manera paralela al crecimiento de su población. El festival encuentra sus orígenes en 1986, cuando dos amigos quemaron en una playa de San Francisco una figura con forma humana inaugurando una tradición que pocos años después, en 1991 (año en el que se trasladó de la playa al desierto), congregaba a unos pocos cientos de personas.

Con el aumento de la complejidad del festival fueron aumentado las necesidades de las instalaciones que lo acogían. En sus primeras ediciones en el desierto, la acampada que celebraba Burning Man tomó intuitivamente forma circular alrededor del hombre que se iba a quemar. En la medida en que la cita fue ganando en proporciones, comenzaron a aparecer las primeras calles.

Siguió creciendo y pronto se hizo necesario preocuparse oficialmente por la planificación y la ordenación. Se contrataron expertos y se llevó a cabo un plan urbanístico que, diseñado en 1998, fue concebido para una ciudad de 9.000 habitantes. La cosa no paro ahí: en las últimas ediciones Black Rock City ha superado en población a capitales españolas como Zamora, Mérida o Ávila.

 

Black Rock City hoy y los retos de futuro

La ciudad sigue tomando la forma que se ideó en aquel plan de 1998: semicircular, en forma de ‘C’. La figura del hombre que se quemará se sitúa en el centro como referencia y de ella salen varias calles radiales que coinciden con las horas del reloj y que atraviesan otras calles concéntricas dividiendo la ciudad en anillos.

Como cabe esperar, cuenta con servicios básicos como lavabos portátiles y médico.

Black Rock City se rige por la ley federal del territorio que ocupa y varios rangers oficiales se desplazan allí para garantizar la seguridad de la cita. El transporte se realiza a pie o en bicicleta, la iluminación nocturna corre a cargo de los asistentes y las numerosas obras de arte que se construyen deben estar compuestas únicamente de materiales no contaminantes.

La magnitud y la complejidad del evento están obligando a los participantes a replantearse la estructura de la ciudad efímera, para dar respuesta a su nueva realidad, y para ello se convocó de forma oficiosa en 2016 un concurso de ideas. Más de un centenar de propuestas se han unificado en un gran libro y, posiblemente, en los próximos años algunas de ellas se acabarán por convertir en realidad en Black Rock City… para desaparecer una semana después.

 

 

 

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