El sector turístico ofrece incuestionables oportunidades a la hora de emprender y, dentro del mismo, los alojamientos son, sin duda, un mercado por explorar. Cada vez con más frecuencia, los viajeros buscan experiencias que vayan más allá de los meros espacios para el descanso y, en este contexto, abrir un hotel boutique se antoja un valor al alza. Ante el creciente nivel de exigencia por parte de los visitantes, estos alojamientos responden con altas dosis de encanto, sin responder a la funcionalidad y al estilo en un ambiente particular.
Aunque hay diferencia de opiniones en torno al momento exacto en el que se acuñó el término boutique para referirse a una tipología de hoteles, lo cierto es que desde hace ya más de tres décadas ha ido ganando en popularidad. Pero, ¿a qué se refiere exactamente la denominación? En la práctica, define una categoría singular de alojamientos, hoteles en los que la intimidad, una atención personalizada y ciertos aires de exclusividad permiten ofrecer una experiencia única a los clientes.
Desde este punto de vista, el cuidado de los detalles es una de las claves para abrir un hotel boutique, aunque no es la única. La elección del inmueble donde ubicar tu negocio es fundamental para crear la atmósfera propicia con la que cautivar a los visitantes. Aspectos como su ubicación, la historia de la propia construcción o las conexiones con los núcleos urbanos, zonas de ocio o espacios naturales del entorno contribuirán notablemente al éxito de la propuesta.
Señas de identidad de un hotel boutique
Al contrario que las grandes cadenas hoteleras, un hotel boutique es un espacio único, un alojamiento cuya singularidad es, en buena medida, una de las claves de su éxito. Para conseguir ese nivel de exclusividad hay que tomarse muy en serio la elección del escenario en cuestión y es que, decididos a abrir un espacio de estas características, no todo vale.
Para que un establecimiento destinado al alojamiento turístico sea considerado dentro de esta categoría exclusiva, debe cumplir algunos requisitos esenciales. Estas son algunas ideas que hay que tener en cuenta para dar con la mejor solución para la puesta en marcha de tu negocio:
- Inmueble: Como ya hemos comentado, el escenario elegido para abrir un hotel boutique es una pieza fundamental. Casas antiguas, viejos palacios, mansiones… Las edificaciones con historia son el lugar ideal para poner en marcha esta alternativa exclusiva de alojamiento, espacios que destilan personalidad en los que, si bien es posible que haya que hacer ciertas remodelaciones para adecuarlos a su nuevo uso, mantienen el encanto propio de las construcciones originales.
- Entorno: La ubicación tiene una importancia relativa en el caso de un hotel boutique y es que, lo realmente interesante es que ofrezca a los visitantes escenarios capaces de reportarles una experiencia única. Amplios jardines, terrazas inspiradoras o fincas infinitas en un entorno privilegiado serán reclamo suficiente para los potenciales visitantes. No obstante, es fundamental que las instalaciones estén bien comunicadas con zonas de recreo, atractivos naturales, playas o núcleos urbanos para que el emplazamiento no se convierta en un hándicap para el negocio.
- Carácter propio: Otra de las señas de identidad de un hotel boutique es, precisamente, la intimidad que se respira en sus instalaciones. El número de habitaciones se limita (a veces ni siquiera superan la decena) para propiciar esa sensación de complicidad con los clientes que, por otro lado, cuesta conseguir en establecimientos grandes. Una recepción pequeña pero acogedora, espacios para eventos y la integración de las últimas tecnologías en una arquitectura que respeta la esencia original son rasgos que definen este tipo de instalaciones.
- Atención personalizada: Completando el listado de claves para abrir un hotel boutique, el trato personalizado es un rasgo que define este tipo de establecimientos. Conocer a los clientes, atender sus necesidades y hacerlo desde la profesionalidad, la atención al detalle y la cortesía definen, en buena medida, el carácter de un hotel boutique.
Servicios exclusivos, experiencias únicas
Como en cualquier otro negocio, el punto de partida a la hora de emprender es tener clara la finalidad del proyecto. Más allá de connotaciones empresariales, el objetivo es proporcionar a los clientes una experiencia única, envuelta en el encanto que solo los espacios que te hacen sentir como en casa pueden proporcionar. Es por ello que el asesoramiento de un experto inmobiliario en la búsqueda de tan singular emplazamiento puede ahorrar tiempo y esfuerzos.
En cualquier caso, la intimidad que destilan estos alojamientos puede ser uno de los grandes aliados de este tipo de negocios. No obstante, hay que añadir otras propuestas con el fin de marcar la diferencia con otro tipo de alojamientos. Ofrecer todas las comodidades para una estancia de lujo que sea la suma de un servicio exquisito y personalizado, un entorno exclusivo y unas instalaciones con estilo e historia serán claves para abrir un hotel boutique que atraiga a viajeros exigentes… e invite a volver.