Cada vez es más frecuente que los gobiernos y los ciudadanos se preocupen por el medio ambiente y busquen ideas que doten a las ciudades de soluciones más ecológicas y responsables con el medio ambiente. Alineados con este pensamiento surge un movimiento arquitectónico que da respuesta a esta necesidad, creando edificios altamente innovadores a la vez que responsable con el planeta.
Una torre única y sostenible
Con una altura de 54 metros, Fôret Blanche se convertirá en el próximo edificio ecológico que lucirá en París. Con más de 2.000 árboles en su fachada, plantas y arbustos, esta torre será un verdadero “bosque vertical”. Su creador es el arquitecto milanés Stefano Boeri, cuyo objetivo con este ambicioso proyecto es reducir la polución parisina y la contaminación acústica.
Fôret Blanche significa “bosque blanco” y su nombre se debe al tipo de vegetación que se ha ideado para revestir los muros y la fachada. En total, se calcula que serán 10.000 metros cuadrados de vegetación; eso sí, la falta de espacio hará que el bosque natural crezca verticalmente.
El objetivo de esta edificación es apostar por un cambio hacia un tipo de arquitectura mucho más sostenible. Una tendencia en la que los edificios tradicionales que consumen grandes cantidades de energía van dejando paso a construcciones más vanguardistas, que necesitan menor consumo energético y suponen un alivio para las ciudades y para el planeta.
Qué habrá dentro de la construcción
Fôret Blanche no solo es novedosa por apostar por la naturaleza, Boeri también ha escogido materiales muy nobles para su construcción como la madera, resultando una excelente combinación en la obtención de un edificio ecológico.
Pero aún hay más: se colocará en una zona de París donde se aprovechará al máximo la luz natural con el fin de que el edificio sea sostenible y tenga que gastar la mínima cantidad posible de energía, un auténtico reto para la ciudad.
Lo que habrá en su interior es un complejo residencial de lujo. Los pisos superiores albergarán viviendas de alto standing mientras que la zona inferior se destinará a comercios y oficinas.
Otros proyectos similares de Boeri
Sin embargo, este no es el primer proyecto de estas características dirigido por Stefano Boeri. En 2011, ya ideó dos torres similares a la de París, pero en el centro de Milán, con un coste aproximado de 65 millones de euros.
El milanés, gran defensor de la arquitectura ecológica, también es el artífice de la ciudad-bosque de China, una impresionante urbe que tendrá 40.000 árboles y en la que está previsto que vivan 30.000 personas. El ambicioso proyecto finalizará en 2020 y será capaz de absorber miles de toneladas de dióxido de carbono convirtiéndose en un auténtico vergel natural.
Foto vía: www.stefanoboeriarchitetti.net