Quien desea adquirir o alquilar una propiedad busca identificar cuanto antes los productos que puedan interesarle, conocer al detalle sus características, averiguar desde el móvil si puede afrontar la operación y llevarla a cabo con rapidez. La tecnología es la respuesta a esas demandas.
Las herramientas digitales ya permiten realizar en tiempo real lo que antes suponía semanas de búsqueda, de recopilar información, de visitas y consultas. El mercado es muy receptivo a esos avances, por eso están surgiendo numerosas start-ups que empiezan a cambiar radicalmente el sector inmobiliario con todo tipo de propuestas funcionales.
Esta nueva oferta tecnológica se conoce como ‘proptech’ (property-technology) y está atrayendo fuertes inversiones por sus posibilidades de crecimiento. Según la web proptech.es, en los últimos cinco años, se ha pasado de captar unos 200 millones de euros a los 2.500 millones actuales, lo que ha propiciado que el número de empresas ‘proptech’ haya aumentado en el mismo periodo de 72 a 235, la mayoría norteamericanas y británicas.
Esas compañías trabajan fundamentalmente en dos áreas de desarrollo que atienden distintos aspectos de las operaciones inmobiliarias:
- Las que trabajan sobre todo lo que tiene que ver con la administración de propiedades, es decir, la conexión comprador-vendedor o inquilino-arrendatario, analizando la oferta y la demanda a partir del Big Data, como hace la aplicación BBVA Valora y plataformas como Be Street Smarto Movebubble (ambas de Reino Unido). O bien, aportando una nueva experiencia de compra con herramientas inteligentes.
- Las que facilitan la inversión y financiación de las operaciones. Son ‘proptech’ muy interesantes para que las entidades de crédito aporten información inmediata a sus clientes, pero también para compradores que busquen alternativas, como la propiedad compartida o la propiedad temporal. Otras de estas empresas intentan diversificar los inversores, por ejemplo las plataformas de crowdfunding InvesReal, Inveslar, Privalore o Housers.
La transformación digital del mercado inmobiliario apenas acaba de comenzar, pero ya sorprende a los clientes con aplicaciones prácticas y el empleo de gadgets tan atractivos como estos:
- Cámaras con imágenes en 360 grados del interior de las propiedades con integración en el entorno.
- Realidad virtual para trasladarnos digitalmente a la casa que nos interesa y pasear por sus habitaciones. Incluso es posible configurar cada espacio con los acabados que deseemos.
- Programas 3D que permiten ver un piso piloto antes de que se construya, incorporando el estilo de decoración que deseemos.
- Utilización de drones para aportar nuevas perspectivas sobre las propiedades y el entorno: apreciar desde el aire las comunicaciones de que dispone, los servicios comunitarios, la intensidad del tráfico… También las imágenes aéreas pueden facilitar el seguimiento de una obra y detectar posibles fallos.
- Encargos a medida a través de maquetas virtuales que luego se construyen en tamaño real con impresoras 3D.
Las posibilidades son inmensas, hasta el punto de generar una revolución en el sector que beneficiará a los promotores e inmobiliarias que sean capaces de adaptarse a las propuestas ‘proptech’, y a los clientes al disfrutar de una oferta más personalizada y ágil.