Reformar para vender: una inversión con rápido retorno

Equipo de Redaccion

Nunca tendrás una segunda oportunidad de causar una primera impresión como tampoco la tendrá una vivienda en venta frente a un potencial comprador. Está demostrado psicológicamente que, al igual que ocurre con las personas o incluso con la comida, la vivienda entra por los ojos. Esto significa que las sensaciones causadas a primera vista son altamente condicionantes en la decisión final por lo que, si estás pensando en sacar al mercado un inmueble de segunda mano, plantear la realización de una reforma con anterioridad es algo que merece la pena, al menos, poner sobre la mesa.

El beneficio de acometer una reforma en la vivienda antes de vender se traducirá, por una parte, en un aumento del precio de la misma y, consecuentemente, del beneficio neto de la operación. Por otra, la mejora en la apariencia el inmueble incidiría sustancialmente en la reducción del tiempo de venta. Si estás ante esta situación y te estás planteando si deberías hacer una reforma y, en tal caso, de qué tipo, te damos todas claves que debes tener en cuenta.

 

Estado actual del inmueble

El primer factor a tener en cuenta es el estado actual en el que se encuentra la vivienda y, consecuentemente, la magnitud de la intervención que habría que llevar a cabo. ¿La vivienda está en buen estado general? En ese caso, será suficiente con ejecutar un lavado de cara. ¿Está vieja, destartalada, le falta luz? Con ese escenario, tendrías que plantearte una reforma integral en profundidad.

La segunda cuestión a ponderar, junto a la anterior, es la demanda del mercado inmobiliario para la zona y las características del inmueble en cuestión. En caso de que la demanda sea muy alta y, en consecuencia, los tiempos de venta muy cortos, una reforma no ayudará a acelerar la operación aunque sí pueda ser un añadido para aumentar el valor del mercado del inmueble. En este caso, urgencia y beneficio competirían en la balanza.

Si, por el contrario, el periodo medio para dar salida a una vivienda de segunda mano es de varios meses o incluso supera el año, la idea de decidirse por realizar esta inversión acelerará el proceso.

 

Viviendas neutras y agradables

En cualquiera de los casos, la puesta a punto mínima pasa por revisar y realizar las reparaciones necesarias en la instalación eléctrica, azulejos, puertas y ventanas, dar una mano de pintura y eliminar los malos olores, en el caso de que existan. Si has decidido ir un paso más allá, las prioridades deben ser, por orden, la cocina, el baño, los suelos y el resto de las estancias.

Lo recomendable es que cualquier intervención vaya destinada a aumentar el valor del inmueble objetivamente (en este caso no se trata de adaptarlo a las necesidades de una persona en concreto, sino de un público lo más amplio posible) y encaminada a obtener una vivienda agradable, luminosa y despersonalizada. Colores blancos y suaves y una decoración moderna y minimalista ayudarán a que el cerebro del futuro comprador pueda imaginar fácilmente de qué manera la adaptaría sus gustos específicos. Por descontado, la limpieza y el orden se debe extremar a la hora de mostrar el piso.

Estos son, al menos, los principios por las que aboga el home-staging, una tendencia que, precisamente, se encarga de la “puesta en escena del inmueble” antes de ponerlo a la venta o en alquiler.

 

Las fotos

Ya hemos comentado con anterioridad la importancia de la primera impresión y esta, en muchas ocasiones, se produce en Internet. Si vas a publicitar el inmueble en la red debes asegurarte de presentar su mejor cara y es por ello que, en este apartado, contar con la ayuda de un profesional también se plantea como una buena inversión complementaria.

Además de buenas imágenes, incluye en el anuncio toda la información posible sobre el inmueble, sus características (no están de más incluir también los planos), situación y precio: de esta manera, aumentarás las probabilidades de que aquellos que respondan a tu anuncio lo hagan con un interés real. Al fin y al cabo, todas estas acciones están dirigidas a presentar un producto valioso, atractivo y a destacarlo sobre los demás en un mercado competitivo.

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