Cuando comienza el frío es el momento del año en el que más notamos las carencias de mantenimiento que tiene nuestra vivienda. En cada estación del año debemos prestar atención a unos elementos determinados para que nuestro hogar sea lo más eficiente posible. Una tubería atascada, una ventana que cierra mal, humedades detrás de un mueble… son algunas de las averías más frecuentes derivadas de un mal mantenimiento de nuestra casa.
Si quieres evitar que esto u otros desperfectos aparezcan en tu hogar, te recomendamos que leas con atención los siguientes 10 pasos para la conservación de tu vivienda.
Pasos para la conservación de nuestra casa:
- Sea invierno o verano tienes que vigilar el aislamiento de los cerramientos. A través de las puertas y ventanas se puede llegar a perder hasta el 50% de la energía del hogar, por ello es importante revisar que no existen fugas de aire y mejorar el aislamiento de la vivienda. Además, las administraciones están ofreciendo distintas ayudas para mejorar la eficiencia de los edificios; si tu casa es una finca antigua, ¡aprovecha y consulta!
- Otro de los rincones del hogar que más averías registra son las tuberías. Es importante no tirar desperdicios por los desagües. Restos de comida, pelos, uñas, espumas, lociones, etc. forman, junto a los restos de jabón, una película alrededor de las tuberías que va creciendo hasta formar un atasco.
- Además, es recomendable limpiar los sifones y desatascar los desagües más utilizados aproximadamente una vez al mes. El fregadero de la cocina o el lavabo son los sumideros que más debes vigilar.
- La instalación eléctrica nos pasa totalmente desapercibida hasta que tenemos una avería. En la actualidad, multitud de electrodomésticos dependen de la energía eléctrica y cada uno de ellos está diseñado para funcionar con un voltaje específico. No es frecuente, pero es importante revisarla semestralmente (especialmente en las fincas antiguas) para evitar problemas de sobretensión que estropeen algún aparato.
- ¡Ojo con el stand by! Es recomendable desconectar de la corriente los equipos eléctricos si no los estamos usando, no sólo para reducir nuestra factura sino también para evitar el recalentamiento de los aparatos y protegerlos de posibles sobrecargas.
- En otoño llegan las lluvias, la diferencia térmica entre el interior y el exterior de la vivienda aumenta, y por ende, también la condensación del vapor de agua. Todo ello hace que se incremente el riesgo de sufrir humedades en casa, lo que puede ser un serio problema no sólo para la estructura de la vivienda, sino también para la salud de los que la habitan. Lee nuestros consejos para evitar humedades pero recuerda que lo importante es descubrir el origen de la humedad, secar la zona y tratarla para evitar que vuelvan a aparecer.
- Por el contrario, con la primavera comienzan las plagas. La subida de las temperaturas y el despertar del letargo invernal de muchas especies (entre ellas los insectos) nos obliga a prestar atención por si aparecen nuevos inquilinos como hormigas o cucarachas. Vigila especialmente los agujeros, sitios húmedos, la despensa o la basura.
- Si tu sistema de calefacción está compuesto por radiadores de agua, deberás purgarlos antes de encender por primera vez la caldera para que su funcionamiento sea más eficiente. Debes ir uno a uno eliminando el aire acumulado, y cuando termines el purgado, comprueba que la presión de la caldera está entre 1 y 1,5 bares.
- Revisar periódicamente el funcionamiento de electrodomésticos básicos como la nevera, la lavadora, el calentador de agua o el lavavajillas te ayudará a advertir señales de posibles fallos.
- La primavera y el verano son la mejor época para pintar nuestra casa. Los expertos recomiendan hacerlo con una frecuencia de tres a cinco años (si hay niños o mascotas las manchas aumentan y deberás pintar cada menos tiempo). Gracias a la pintura eliminaremos manchas de la cocina, del roce de muebles, humo de tabaco, etc., al mismo tiempo que corregimos pequeñas fisuras y podemos impermeabilizar.
El cuidado de tu casa no tiene por qué resultar costoso. Incluir estos pasos en tu rutina te ayudará a conservar la vivienda en óptimas condiciones. Revisar los sistemas de calefacción o aire acondicionado cuando comienzan las estaciones, una limpieza periódica de las tuberías o apagar los electrodomésticos que no estés utilizando, puede ayudarte a mejorar el mantenimiento y prevenir averías inesperadas.