Es probable que en más de una ocasión se haya oído hablar de las ventajas de la franquicia.. Se trata de uno de los sistemas de cooperación empresarial de mayor éxito en el mundo,  incluido en España, donde casi 1.350 cadenas ofrecen su modelo según datos de la Asociación Española de Franquiciadores. Pero antes de invertir en este modelo de negocio conviene valorar sus ventajas y desventajas.

Qué es una franquicia

La franquicia se ofrece como un modelo de negocio de éxito probado. Una de sus fortalezas se mide por la capacidad de la central de franquicia para estandarizar su saber hacer, lo que le permite enseñar al franquiciado cómo reproducir sus claves de éxito en su mercado.

De este modo la franquicia se convierte en un sistema de colaboración empresarial entre personas jurídica y económicamente independientes. Por una parte, la central de franquicia o los franquiciadores ceden el derecho de uso y de explotación comercial de una marca y de un sistema comercial, y por otra el franquiciado le entrega unas contraprestaciones económicas. Estos pagos suelen ser un canon de entrada, una cantidad inicial en concepto de derecho al uso de la marca; y una serie de royalties, los más comunes son: el de explotación, un porcentaje de las ventas o una cantidad fija al mes; y el de marketing, este pago es utilizado por la central de franquicia para hacer una caja común con las entregas de todos los franquiciados para invertirlo en acciones de promoción y publicidad.

Ventajas de la franquicia

La franquicia es una opción realista para el emprendedor, algunos de las principales ventajas que se reconocen a este sistema son:

• Disminución del riesgo. Gracias a ser un negocio probado de forma repetida, , en teoría ofrecerá más garantías de éxito al franquiciado. En cualquier caso, un futuro franquiciado siempre debe interesarse por el número de unidades cerradas y sus causas, teniendo claro que abrir un negocio siempre conlleva un riesgo de fracaso.
• Reconocimiento de marca. Ser una marca conocida por una mayoría de consumidores ofrece una gran ventaja comercial con respecto a otra que debe demostrar sus valores al consumidor probándola. De ahí que, por lo general, la inversión para acceder a las grandes marcas de franquicia sea siempre muy superior que la de las menos reconocidas por el consumidor.
• Facilidad de financiación. Es un factor muy importante, contar con el aval de una franquicia consolidada abre muchas puertas a la hora de buscar financiación bancaria para su apertura.
• Formación. Ofrecen un asesoramiento inicial y continuado para la gestión de negocio, en los casos de las franquicias más profesionales, incluso ofreciendo planes a la medida para la promoción inicial del negocio. En el proceso de selección de la franquicia conviene interesarse por los planes de formación al franquiciado y sus empleados.
• Economías de escala. Basado en el principio de suma de fuerzas entre todas las unidades de negocio, una cadena de franquicia ofrece al franquiciado local unas economías de escala que le permiten usar herramientas de gran cadena, por ejemplo, otorgándole poder de negociación con proveedores o permitiéndole hacer grandes campañas de publicidad.
• Optimización de costes. A medida que una central de franquicia va abriendo más unidades de negocio acumula un conocimiento muy importante en su estructura de costes. Por ejemplo, fija precios máximos de alquiler de local para dar viabilidad de negocio, sabe cómo optimizar gastos fijos en suministros o como no incurrir en gastos innecesarios. Un saber hacer que transmite a sus franquiciados.
• Zona de exclusividad. Es uno de los puntos a los que el franquiciado debe prestar atención, asegurar que en el contrato se reconoce un radio de acción en el que otras franquicias de la marca no pueden realizar acciones comerciales.

Desventajas de la franquicia

A la hora de seleccionar, hay que sopesar los factores menos positivos para el emprendedor.

• Menos poder de decisión. Aunque el franquiciado es el legítimo titular del negocio su poder de decisión es más limitado, ya que se debe a la disciplina de la marca en muchos aspectos de su gestión, desde la imagen a las promociones. De ahí que la franquicia no sea la fórmula más popular entre los emprendedores a los que les incomoda la disciplina de un superior.
• Limitaciones para la venta y traspaso de negocio. Muchos contratos de franquicia contemplan cláusulas de compra, cesión y rescisión de contrato que, por ejemplo, obligan a recibir el consentimiento de la central de franquicia antes de realizar un traspaso de negocio.
• Riesgo en la gestión del franquiciador. Una colección desacertada en la campaña de invierno puede arruinar las ventas de varios meses en una cadena de moda franquiciada. Es un ejemplo gráfico de como la marcha del negocio franquiciado está muy ligada a lo acertadas o no que sean las decisiones que toma la central.
• Costes adicionales. Pertenecer a una franquicia puede significar asumir costes adicionales que nunca se asumirían desde el comercio independiente, por ejemplo los derivados de la renovación de la imagen del establecimiento.