¿Cómo será la Valencia dentro de 20 o 25 años? Trazar un plan para el desarrollo urbanístico de la capital de la Comunidad Valenciana que abarque, temporalmente, al menos las dos próximas décadas es uno de los principales retos en los que trabaja el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento, encabezado por Joan Ribó, que espera aprobar la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad a lo largo de la presente legislatura.
El crecimiento sostenido de la ciudad respetando la huerta, la recuperación del espacio público para el peatón y la participación de la ciudadanía en las principales decisiones urbanísticas son algunos de los pilares sobre los que se asentará la modificación del plan que actualmente está en vigor y que data de 1988.
Crecimiento sostenido y sostenible
Valencia, que a día de hoy se acerca a los 800.000 habitantes, prevé que seguirá creciendo en población en los próximos años pero no se expandirá para darle cabida a costa de la huerta. De hecho, el gobierno municipal ha dado marcha atrás en buena parte de los proyectos que preveían la recalificación del suelo de estas zonas agrícolas. El ayuntamiento vaticina que recalificar la huerta no será necesario para acoger a más personas ya que existe suelo disponible suficiente para construir unas 40.000 viviendas nuevas. Por otra parte, se estima que las viviendas vacías ascienden a 60.000 y se establecerá un Plan Municipal de Rehabilitación con el objetivo inmediato de ponerlas en el mercado.
Otra de las grandes preocupaciones que abordará el Plan General de Ordenación Urbana es el exceso de tráfico en la ciudad y, para ello, se trabajará en reducir la necesidad de los valencianos de coger el coche. ¿Cómo conseguirlo? Una de las líneas de trabajo aboga por la creación de unas “áreas funcionales” que aseguren que cualquier punto de la ciudad cuente con colegios, centros sanitarios, instalaciones deportivas y el resto de dotaciones básicas a un máximo de 20 o 30 minutos caminando.
Una ciudad de plazas que se acerca al mar
El consistorio ha querido que los valencianos participen activamente en la definición de la que será su ciudad recogiendo ideas que después ha sometido a votación popular. La participación ciudadana es responsable, por ejemplo, de que el primitivo plan de peatonalización parcial de la Plaza del Ayuntamiento se transforme en el proyecto definitivo de peatonalización integral para cuya definición se convocará próximamente un concurso abierto de ideas.
La peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento es parte del proyecto “ciudad de plazas” que engloba también la recuperación para los viandantes de la Plaza de Brujas y de la Plaza de la Reina. Estas intervenciones serán algunas de las que más influyan en la fisionomía de la ciudad en los años venideros junto con “Parque Central”, otro de los proyecto más ambiciosos en los que se encuentra inmersa la ciudad y que implica el soterramiento del ferrocarril (tanto las líneas de cercanías como las de media distancia y AVE). El terreno recuperado en superficie se destinará a la construcción de un gran jardín, que actuará como gran pulmón verde de la ciudad, centros escolares y otros equipamientos sociales.
¡Cómo hemos cambiado!
Estos son algunos de los ejes sobre los que se moverá la evolución del urbanismo valenciano y que prometen tener un impacto similar al que tuvo en su día el proceso de modernización con la construcción de la Ciudad de las Artes, el Oceanográfico y el Palacio de las Artes como icono principal.
A la espera de que el proyecto urbanístico para los próximos años se perfile definitivamente, quién tenga curiosidad por observar los cambios acaecidos en las últimas décadas puede observarlos a vista de pájaro.