Un auténtico rito para el sector. Como antesala a la celebración de SIMA, Salón Inmobiliario Internacional de Madrid, los profesionales se reúnen en torno a la Conferencia Inmobiliaria para poner el termómetro al sector. Y este año el diagnóstico apunta a una clara recuperación, que se celebra con la sabiduría de la dura lección aprendida.

«Se detecta una mayor actividad porque empieza a haber demanda, e incluso demanda insatisfecha en determinados puntos de nuestra geografía, lo que está favoreciendo que aparezcan promotores con fondos que apuestan por obra nueva». Con estas palabras resumía Agustín Vidal-Aragón, director general de la unidad Real Estate de BBVA, un escenario compartido por la mayoría de los ponentes de la Conferencia Inmobiliaria Madrid 2015, organizada por Planner Exhibitions y Asprima (Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid).

Vidal-Aragón fue ponente de una de las mesas más esperadas por un auditorio cuajado de promotores: Financiación en el sector inmobiliario: cambios y tendencias. «Cada proyecto es analizado con sus especificidades -explicaba el responsable de Real Estate de BBVA- es importante que el promotor aporte equity para defender una oferta que debe partir de un precio razonable, del mismo modo debe reunir las condiciones técnicas, la venta adecuada y el management que aseguren que el proyecto llega a buen fin. Y como cada propuesta recibe su análisis, en ocasiones se exige un número de unidades pre-vendidas y en otras se colabora en la financiación del suelo».

«Solvencia, liquidez y tamaño empresarial son las tres palabras clave del sector», apuntaba en su intervención Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Asprima, que animó a «modernizar y transformar las empresas, pero no sólo para el nuevo ciclo sino para la nueva era en la que nos adentramos». Era, para la que se considera imprescindible «el diseño sostenible de los nuevos proyectos» y una constante innovación.

Construcción e inmobiliario, punta de lanza de la economía

Todo apunta a que la construcción y el inmobiliario volverán a ser punta de lanza de la economía española. Así, Ángel Berges, vicepresidente de la firma Analista Financieros Internacionales, explicó que si en el actual ejercicio se inician unas 40.000 viviendas, eso significará un incremento del 33% con respecto a las 30.000 contabilizadas en 2014, «lo que ya supone una aportación positiva del sector en términos de PIB».

En su intervención, Ignacio San Martín, responsable del Servicio de Estudios de la unidad Real Estate de BBVA, desgranó algunos factores de la reactivación. En su opinión, «la demanda va a seguir creciendo, experimentando una ligera recuperación del precio a lo largo del año». Un hecho posibilitado por «la vuelta de la financiación al sector, tanto para el promotor como para el minorista y en un entorno de bajos tipos de interés». Otro factor determinante es la recuperación del empleo que se traduce en un crecimiento de la renta familiar. Y todos ellos devuelven la rentabilidad a la inversión inmobiliaria atrayendo al capital nacional y extranjero. Cerrando el ciclo, San Martín destaca el papel de la banca desde un doble rol como proveedor de financiación y dinamizador: «Una de sus labores fundamentales es recuperar el tejido industrial del sector, no debemos olvidar que el número de empresas es aún del 25% con respecto a la pre-crisis».

El argentino Juan Pepa, director para España de Lone Star, ahondó en otra de las ideas de la jornada: «La reinvención de España es fuerte y lo evidencia el dinero que desde el exterior está entrando». Sin embargo, puntualizó, «vemos clara recuperación en ciertos mercados y con ciertos activos». Un comentario que invita a ahondar en la estadística, ya que si bien los indicadores medios son positivos no lo son de la misma manera cuando se analizan por zonas y productos.

En definitiva, el sector se prepara para abordar una etapa de crecimiento basada en la colaboración entre los promotores y la banca en un entorno de recuperación del crédito hipotecario: «Tenemos el mercado totalmente normalizado en condiciones de suscripción y precio», recordaba Agustín Vidal-Aragón.

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