Es muy probable que la junta de propietarios de la comunidad haya sido aplazada. No es una excepción, con la declaración del estado de alarma dejarán de celebrarse las 100.000 reuniones de vecinos que se convocan en España cada mes, y la nueva normalidad no ha recomendado retomar este trámite necesario para el buen gobierno de la comunidad: Sin embargo, la pregunta esa ahí: ¿cómo celebrar una reunión de vecinos en tiempo de coronavirus?
La solución propuesta es aplazar las reuniones de vecinos, manteniendo a los propietarios en sus actuales cargos. Esta es la opción más adecuada, según el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas (CGCAFE), que el pasado mes de septiembre enviaba esta petición al Gobierno por “ver un alto riesgo de contagio” en su celebración.
Estos profesionales recuerdan que además “en varias comunidades autónomas se han prohibido los encuentros de más de diez personas, y en la práctica totalidad se recomienda que se eviten este tipo de reuniones”. Sin embargo, esta coyuntura debe hacerse compatible con la cobertura legal de la comunidad de propietarios.
Y el aplazamiento de estas reuniones y la prórroga en el ejercicio de sus cargos de los propietarios que forman la junta directiva es, en opinión de los administradores colegiados, la única vía: “En Cataluña han comprendido el alcance de este problema y establecido la regulación que pedimos para todo el país”.
Así lo defiende Salvador Díez, presidente de CGCAFE, refiriéndose a la decisión de la Generalitat. Ya en junio aprobó una modificación el Decreto Ley de medidas extraordinarias en materia sanitaria y administrativa, que incluía la suspensión de la obligatoriedad de convocar y celebrar juntas de propietarios hasta abril de 2021.
Las reuniones de vecinos virtuales no tienen cobertura legal
En estos tiempos de reuniones online con las populares aplicaciones como Zoom, Teams o Meet, es importante recordar que “los acuerdos que se adopten en aquellas que se celebren no tienen cobertura legal”. Lo recuerda CGCAFE, que representa a este colectivo de administradores de fincas responsable encargado de gestionar al 80% del millón largo de comunidades de propietarios inscritas en España.
La afirmación se justifica en que las reuniones virtuales no están reguladas, por lo que no tienen aval legal. Una situación a la que, además, Salvador Díez pide poner fin regulándose para aquellos casos en los que la reunión telemática sea posible.
El COVID-19 moderniza la gestión de la comunidad
Pudiera darse la paradoja de que el COVID-19 y las medidas de distanciamiento para combatirlo pudieran convertirse en un modernizador de la gestión de reuniones de vecinos.
El hecho es que este otoño e invierno habrá que seguir tomando decisiones, ya sea para activar el servicio de calefacción, atender obras de mantenimiento o cualquier otra tarea inaplazable. Y es aquí donde las nuevas tecnologías pueden prestar una ayuda crucial.
Por otro lado, durante la decisión de apertura de las 55.000 piscinas comunitarias estivales existentes en España ya se demostró la utilidad de los chats del móvil para llegar al acuerdo. Pero además de WhatsApp, hay otras herramientas que facilitan el consenso, la difusión de las medidas e incluso la gestión de obras en la comunidad de vecinos.
Repasamos algunas de las más útiles:
- Chats de mensajería instantánea. En primer lugar, y pese a que en el mercado hay infinidad de soluciones y todas las redes sociales cuentan con esta herramienta, WhatsApp es el líder indiscutible. Con 30,5 millones de descargas en España, esta presencia masiva y la facilidad para hacer grupos convierten a esta app de la empresa Facebook en la omnipresente de la gestión vecinal.
- Reuniones online. A falta de una herramienta dominante, la comunidad deberá elegir una opción primando las aplicaciones móviles y sin límite de usuarios conectados simultáneamente en una misma videoconferencia. Zoom, Jitsi, Meet, Line pueden ser opciones entre el gran número de propuestas.
- Sistemas de votación. Si algo hace la junta de propietarios es votar cuál es la opción mayoritaria. Recordando que de momento no tiene cobertura legal, existen aplicaciones muy sencillas que permiten sondear la opinión general de forma rápida. En el campo de la consulta, Doodle es la aplicación dominante entre las gratuitas y si se quiere asumir un pequeño coste, se puede optar por otras como Apppsamblea.
- Trabajo en equipo. Rizando el rizo tecnológico, puede que las herramientas de gestión de tareas y trabajo en equipo puedan ser de utilidad en la comunicación del administrador, por ejemplo con la junta de obras del edificio. Sin olvidar al eficiente correo electrónico, los entornos de trabajo de Google Docs, Trello o Slack son aquí los referentes. Casi en todos los casos, permiten adjuntar y compartir documentos como planos de obra, tenerlos actualizados permanentemente con la última modificación y, además, asignar tareas y plazos de ejecución.
- Compartir documentación. Por último, el adjunto al correo y al WhatsApp resolverán el 99% de las necesidades en la comunidad, pero cuando se decida compartir información de mucho peso, se puede optar por Drive de Google o WeTransfer.
Puede que citar estas herramientas resulte aún exótico en el contexto de la gestión de comunidades, pero si la tecnología cada vez acapara más parcelas de nuestra vida, porque no lo va a hacer para contribuir a un mejor gobierno del vecindario.