Cada vez más informado y consciente de la tendencia del mercado inmobiliario, el comprador es más exigente y demanda una vivienda adecuada a sus necesidades reales o a expectativas de rentabilidad.

La información es más completa y accesible, porque prácticamente toda la oferta inmobiliaria está publicada en Internet y desde cualquier dispositivo se pueden consultar los datos de las propiedades.

En España hay más smartphones que en cualquier otro país europeo y más de 6 millones de usuarios están conectados a la red desde su teléfono.

La geolocalización de los inmuebles y la de los dispositivos, permite acceder a viviendas en venta y alquiler cerca de la situación de quien busca a través de la pantalla de su dispositivo móvil.

La información sobre la zona es esencial para búsquedas a distancia y en las que el usuario desconoce el entorno. Las herramientas de mapas con imágenes desde satélite, ofrecen vistas a pie de calle, desde el aire y con sensación de 3 dimensiones. Además incluyen directorios de servicios perfectamente ubicados sobre los mapas, que permiten identificar dónde se encuentran los negocios, centros de salud, colegios, transporte público,…

También se pueden establecer rutas a pie o en coche y descubrir diferentes maneras de llegar de un sitio a otro y el tiempo que se tarda en realizar el recorrido.

Esa es una de las razones por las cuales tanto propietarios como comercializadores se esmeran en ofrecer información relevante no sólo de la vivienda, sino de las bondades de su ubicación y el entorno en el que se encuentra.

Los compradores son exigentes, no les vale con conocer las características de cada vivienda, buscan cualidades especiales que se conviertan en beneficios para ellos y les permitan enamorarse de su futuro hogar. Un reportaje fotográfico de calidad; mejor si se acompaña un vídeo y una descripción que enfatice los beneficios de vivir en esa propiedad y en esa zona son básicos para conquistar a futuros propietarios.

Además, algunos profesionales inmobiliarios se han especializado en trabajar exclusivamente para clientes compradores, definiéndose como “personal shopper”, profesionales que buscan la vivienda adecuada para su cliente combinando sus aspiraciones y la realidad del mercado, buscando las mejores alternativas: viviendas con características y precios diferentes en la misma zona o zonas colindantes.

Ante la gran oferta existente, cuesta mucho tiempo inspeccionar todas las candidatas e ir a visitarlas. Además, ante una situación de incertidumbre como la actual, no se sabe cual es el momento adecuado para la compra.

El potencial comprador necesita conocer la situación real del mercado y el valor estimado que tendrá la propiedad que le interesa, antes de realizar la compra quiere saber es si su decisión es acertada, sea para adquirir una vivienda en la que residir o una propiedad para invertir.

El profesional inmobiliario tiene a su disposición una información de valor, como es qué inmuebles se venden, dónde y por qué, del mismo modo sabe qué inmuebles no se venden y desde cuando.

Esa información cualificada se amplía en el caso de que colabore con otras agencias mediante el sistema MLS (Multiple Listing Service), que permite compartir información de los inmuebles de la zona (operaciones realizadas) y del mercado (lo que demandan los compradores). 

El comprador de vivienda pide estar al día de las oportunidades que surgen, fruto de las campañas de entidades financieras y comercializadores, de eventos como ferias y jornadas abiertas o de propietarios a quienes urge vender, ofreciendo incentivos a la compra, como descuentos sobre el precio, aportar una segunda plaza de garaje, amueblar la cocina, asumir el coste de las reformas necesarias, etc. .

El comprador quiere conocer alternativas; tal vez no sea el momento de comprar pero con la modalidad de alquiler con opción a compra se consigue disponer ya de la vivienda y aplazar el momento de la compra. O se puede comprar propiedades a muy bajo precio, sabiendo que necesitan reformas que se pueden acometer posteriormente.

 

Foto @Images_of_Money, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0