La economía mejora y la inversión crece. Los síntomas se hacen palpables en el sector inmobiliario, en general, y en el mercado terciario (oficinas y locales comerciales) en particular, lo que indica que las empresas ya confían en la recuperación y que los inversores son conscientes de que estas propiedades comienzan un periodo de revalorización y buscan activos en venta.
En este panorama renovado, Cataluña se ha convertido en un buen exponente de esa tendencia positiva. Según datos del servicio de Research de la unidad de negocio Real Estate de BBVA, durante 2016 la compraventa de locales comerciales experimentó un incremento interanual del 18% y un 2% la de oficinas en Cataluña, manteniendo la tendencia positiva de los últimos 4 años.
Parece el resultado lógico del ajuste de precios que se ha producido desde 2007. El mercado ha entrado en un periodo de estabilización, es decir, no se prevé que el precio de las oficinas caiga más. La superficie media de las propiedades que están entrando en las operaciones muestran, también, una mayor estabilidad: la media de locales es de 150 m2 y la de oficinas, de 500 m2.
En lo relativo a la evolución del precio medio por metro cuadrado durante 2016, se puede ver cómo los locales comerciales en Cataluña han registrado un incremento interanual del 24% mientras que el precio medio (€/m2) por oficina sufre un leve ajuste del -2% en comparación a 2015.
Si algo destaca, además de las cifras, es que las operaciones inmobiliarias de locales comerciales y oficinas siguen creciendo año tras año. Por tanto, hay una demanda creciente, aunque en buena medida se está concentrando en el centro de Barcelona, donde llegan las grandes inversiones en cuanto aparecen oportunidades interesantes. En consecuencia, los precios están aumentando. Según nos alejamos del centro, el mercado terciario se vuelve menos dinámico, hay más oferta disponible y los precios pueden seguir ajustándose.
La situación está provocando una salida de empresas hacia la periferia en busca de costes más moderados, a la vez que se libera superficie en el centro para rentabilizar las propiedades.
Dos casos demuestran este movimiento inmobiliario. Por un lado, la venta de la sede del bufete Cuatrecasas en Paseo de Gràcia, adquirida por el fondo KKH por 90 millones para instalar un hotel de la cadena Fourseason. El despacho de abogados, por su parte, se va a trasladar al distrito 22@ de Barcelona, en Poblenou. Una operación similar a la que se cerró entre Henkel, que tenía sus oficinas en la calle Còrcega, y el fondo Meridia.
Algunos expertos apuntan que las previsiones de rentabilidad son tan atractivas que están provocando una carrera entre inversores por lograr los mejores activos. Y si esto se confirma, podemos estar ante un año récord de compraventas.