Es España el ahorro de los hogares se ha invertido tradicionalmente en la vivienda. Además de un plan económico de futuro, convertirse en propietario ha formado parte de nuestra cultura familiar. Sin embargo, en la última década se percibe un lento pero paulatino cambio de tendencia.
Las generaciones más jóvenes muestran un mayor interés por el alquiler que obedece tanto a motivos económicos (inseguridad en el trabajo, bajos salarios…) como a un cambio de mentalidad relacionado con la mayor movilidad laboral y con nuevas prioridades sobre sus inversiones y gastos.
En 2007 Eurostat, el instituto de estadística europeo, estimaba que el 80,6% de la población tenía una vivienda en propiedad. Diez años después, la cifra ha bajado al 77,8% y todo indica que el descenso va a continuar, aunque aún se mantiene muy por encima del 69,2% de la media europea.
Los datos pertenecen al último estudio realizado por Eurostat sobre el parque inmobiliario del continente, que ha permitido elaborar un listado de países según su porcentaje de propietarios. España ocupa el puesto 13, superada por todos los estados del Este.
A la cabeza se sitúa Rumanía, con nada menos que un 96% de vivienda en propiedad, una cifra que se explica por los precios económicos de los inmuebles y la facilidad de acceso a créditos baratos, lo que reduce a mínimos el esfuerzo de financiación de las familias. Esas mismas razones colocan a Lituania, Croacia, Macedonia y Eslovaquia, por este orden, en el top 5 del ranking con cifras en torno al 90% de propietarios.
Cuanto más ricos, menos vivienda en propiedad
Por detrás de España figuran todos nuestros vecinos occidentales. La situación de Portugal es la que más se asemeja a la nuestra, con un 75,2% (puesto 14). Curiosamente, son los países de la Unión Europea con rentas más altas los que muestran porcentajes más bajos: Francia (64,9%), Reino Unido (63,4%), Dinamarca (62%), Austria (55%) y Alemania (51,7%).
Expertos del sector apuntan dos causas para esta importante diferencia entre los últimos lugares del ranking y la realidad inmobiliaria española:
- La mayor movilidad en el mercado de trabajo en países como Austria y Alemania está asociada con frecuencia a una promoción profesional, de tal manera que anclarse a un lugar puede suponer un inconveniente laboral.
- En esos países ha habido menos ayudas públicas para la construcción y adquisición de vivienda, mientras que se ha fomentado el alquiler con subvenciones y deducciones fiscales.
Ese es precisamente el nuevo panorama al que se enfrenta nuestro país, motivo del paulatino cambio de tendencia y el rápido crecimiento del número de viviendas en alquiler y de sus precios.