La ‘ciberdelincuencia’ aumenta cada año en torno al 20%, según los datos de la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Guardia Civil. Los negocios en crecimiento atraen a delincuentes que conocen bien cómo sacar partido del entorno digital. Por eso muchos de ellos han puesto el foco en el próspero mercado del alquiler de viviendas en España.
Carmen Flores estuvo a punto de ser una de sus víctimas. Buscaba un piso en Málaga y relató su experiencia en Twitter: “Pone el mismo anuncio para distintas ciudades de un piso que no es de su propiedad, habiendo sacado fotos de internet. Lo pinta todo muy bonito y te dice que está fuera de España, te pide dos meses de fianza. Tiene una web falsa donde se hace pasar por arquitecto, una foto de perfil de WhatsApp falsa, mails falsos. Todo es falso. Ha intentado estafar a mucha gente de todo el país”.
Carmen inició un hilo al que se sumaron otros muchos ‘tuiteros’ que ofrecieron testimonios similares. En todos los casos se daban estas coincidencias:
- La fotografías muestran una propiedad en buen estado, atractiva, aunque no de lujo. Decorada con gusto y con todos los muebles y electrodomésticos.
- La ubicación es ideal, bien en una zona popular de la ciudad o en un entorno natural cercano y con buenas vistas.
- El precio siempre es inferior al de mercado, aunque no en exceso para evitar las sospechas.
- El falso propietario se hace pasar por un profesional (médico, arquitecto…) e intenta crear una relación de confianza. Asegura residir en el extranjero y adelanta que no puede desplazarse, por lo que toda la operación debe llevarse a cabo sin contacto personal.
- En los correos que envía al interesado, el estafador advierte que la propiedad está siendo muy demandada, por lo que para reservarla exige un adelanto que servirá como fianza y que suele equivaler a dos o tres mensualidades cuando el alquiler en permanente, o a al menos el 50 por ciento del precio cuando es una ocupación vacacional.
- Para el pago utilizan páginas clonadas de las auténticas, como Airbnb o la de una entidad bancaria. De esa manera los delincuentes no solo obtienen el dinero del adelanto, sino también los datos de la cuenta del inquilino engañado.
Los portales inmobiliarios conocen la amenaza y hacen una labor de filtro comprobando los anuncios que se publican cada día. Desde la web pisos.com han llegado a detectar en épocas de alta demanda (antes de las vacaciones o en verano, cuando los universitarios buscan piso para el curso académico) hasta 50 intentos diarios de anuncios fraudulentos.
Por eso la primera precaución para evitar estafas sería utilizar agencias o portales conocidos. Pero si no es así, conviene mostrar prudencia. ¿Cómo?:
- Desconfiando de las gangas. Nadie da duros a peseta.
- Acudiendo a la vivienda para confirmar que en efecto existe y que se alquila.
- Nunca adelantar dinero ni proporcionar datos sin antes comprobar la titularidad de la vivienda y sin tener un contrato legal firmado.
- Verificando que las páginas webs a las que nos remiten para informarnos o para efectuar el pago son direcciones reales y seguras (las que comienzan con ‘https’ y llevan el símbolo de un candado en la barra de navegación).