Por primera vez en la historia de la competición, el País de Gales se prepara para acoger la final de la Champions League. La cita tendrá lugar en su capital, Cardiff, que ya está a lista para recibir a las aficiones del Real Madrid y de la Juventus de Turín, los equipos que se disputarán el codiciado trofeo el próximo 3 de junio. Si lo consigue el Madrid, sumará 12 copas y Gareth Bale tendría la oportunidad de celebrarlo en su ciudad natal. La Juventus, por su parte conseguiría su tercer título en esta competición.

 

Entre castillos, parques y mercados

El equipo blanco ganó la Supercopa contra el Sevilla en la misma ciudad en el año 2014, por lo que es posible que más de un hinchas del Madrid tuviera la ocasión de conocerla hace unos años y, a buen seguro, guardan un gran recuerdo.

Ya la visiten por primeva vez o repitan destino, quienes haya tenido la fortuna de haber conseguido entrada o, al menos, transporte y alojamiento (tareas nada sencillas), deben sumar un pequeño reto más para que el fin de semana les salga redondo: arañar un poco de tiempo para conocer algunos de los muchos encantos de los que puede presumir Cardiff.

La visita al castillo de Cardiff es obligada, un castillo que parece de cuento y que junto a la torre del reloj, compone la estampa más emblemática de la ciudad.  Edificado sobre una antigua fortaleza romana, se pueden visitar sus salas y desde lo alto de sus torres, los aficionados no sólo disfrutarán de unas espléndidas vistas del centro, sino también de una gran panorámica del destino que les ha llevado hasta allí: el Millennium Stadium.

Si tienen suerte y no llueve (en Cardiff llueve uno de cada 3 días), será agradable pasear por el verdísimo Bute Park, que comienza en las faldas del castillo y atraviesa el centro urbano, más aún si se aproxima la hora de tomar el té: es toda una tradición tomarlo en la celebérrima tetería Pettigrew.

Quien quiera encontrar un souvenir único debe adentrarse por alguna de las múltiples galerías comerciales de la ciudad, en las que se puede desde apreciar su exquisita arquitectura victoriana hasta encontrar todo tipo de curiosidades: artesanía, objetos de decoración, antigüedades…

 

El estadio del milenio

Pero según avance la tarde, es mandatorio dirigirse hacia el estadio que acogerá la final. Por suerte, es fácil encontrarlo ya que se encuentra en pleno centro urbano, a orillas del río Taff, no es precisamente pequeño y su arquitectura moderna contrasta enormemente con la estética de los alrededores. El conocido como Millenium Stadium (aunque desde el año pasado ha pasado a denominarse Principality Stadium por el patrocinio de una empresa constructora) se levantó con ocasión del mundial de rugby en 1999.

Bien es cierto que la construcción del estadio no estuvo exenta de polémica (principalmente por el alto coste, que finalmente superó los 120 millones de libras esterlinas), pero lo cierto es que las instalaciones se están amortizando. El estadio cuenta con capacidad para casi 75.000 personas (como referencia, el Bernabéu cuenta con algo más de 81.000 asientos) y aunque fue concebido para acoger competiciones de rugby, los Dragones Rojos, la selección nacional, no tiene ni mucho menos el monopolio. Además de partidos de futbol, en el Millennium Stadium se celebran combates de boxeo, carreras de motos, conciertos y otros muchos eventos.

Si llueve, no hay problema, ya que el estadio cuenta con un techo retráctil que se extiende o repliega en unos 20 minutos: cuando se construyó, únicamente el Arena de Ámsterdam contaba con una tecnología similar. Pronto sabremos si, bajo su techo, el Real Madrid logra sumar un trofeo más para sus vitrinas. ¡Que gane el mejor!