Áticos prefabricados para las azoteas: los edificios antiguos pueden seguir creciendo

Equipo de Redaccion

El corazón de las grandes ciudades cuenta con poco espacio edificable y, el que existe, se paga a precio de oro. La alternativa podría ser aprovechar las azoteas de los edificios antiguos para hacerlos crecer con áticos prefabricados.

Así lo cree al menos la empresa catalana La Casa por el Tejado, pionera en Europa de esta propuesta habitacional, que ya ha realizado cinco instalaciones en Barcelona y que tiene más de 60 proyectos en la Ciudad Condal, Madrid, San Sebastián y Pamplona.

“El proyecto nace de la observación de nuestras ciudades y de la reflexión sobre el modelo urbanístico más adecuado para desarrollarlas de forma sostenible, explica Joan Artés, profesor universitario, arquitecto y fundador de la empresa. “Las parcelas edificables en los centros urbanos están prácticamente agotadas, en cambio existe una enorme abundancia de terrados infrautilizados en emplazamientos privilegiados. En muchos casos pertenecen a inmuebles antiguos que no alcanzan la misma altura de los edificios colindantes y que generan vacíos antiestéticos entre medianeras. Nuestra propuesta es dar una nueva vida a estos edificios rehabilitándolos, mejorando su eficiencia energética y construyendo áticos nuevos en sus cubiertas”, añade.

El proceso que sigue la empresa es largo, aunque la realización final es rápida. En primer lugar hay que localizar edificios que permitan, legal y arquitectónicamente, una ampliación vertical. Actualmente tienen registradas 2.800 fincas que cumplirían con los requisitos.

Lo segundo es ponerse en contacto con los propietarios, a los que realizan una oferta de compra del derecho de vuelo (construcción vertical) que contempla dos maneras de retribución. Por un lado, el valor de la venta, que se repartiría proporcionalmente entre los vecinos. Por otro, la rehabilitación por cuenta de la empresa de las zonas comunes (ascensores, escaleras, fachadas, accesos…) para adaptar la nueva azotea cumpliendo con todos los requisitos de la Inspección Técnica de Edificios.

Si la comunidad aprueba la instalación, comienzan las obras con el vaciado de la cubierta antigua, al tiempo que en un taller se inicia la construcción del ático. La inquietud de muchos vecinos es si el peso de la instalación puede poner en riesgo la estructura del edificio.

La Casa por el Tejado estima que las nuevas plantas, generalmente una o dos, tienen un peso aproximado de 300kg/m2, mientras que los elementos retirados oscilan entre los 900 y 1.000 kg/m2. No se necesitan, por lo tanto, obras de consolidación ya que el peso añadido es inferior al eliminado.

En un máximo de 4 meses la azotea y el ático están preparados. Un camión traslada el módulo hasta el edificio y una gran grúa lo ubica en el tejado. La operación ocupa unas 12 horas. En las semanas siguientes se realizan los últimos acabados, los pavimentos, las pinturas y las cubiertas ajardinadas.

“Este modelo de construcción consigue que los inversores obtengan un rápido y elevado retorno del capital –concluye Joan Artés–; que los titulares de los derechos de vuelo rentabilicen su propiedad y los inquilinos de los áticos accedan a unas viviendas únicas a precios competitivos; que la comunidad de vecinos mejore su calidad de vida gracias a unos edificios más funcionales y eficientes; y, por último, que la ciudad preserve su patrimonio y embellezca su skyline”.

Imagen destacada http://www.lacasaporeltejado.eu/madrid/

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