Un plan que convertirá la ciudad en un referente mundial de urbanismo de vanguardia, respetando un modelo de ciudad sostenible. Se trata de la solución urbanística que permitirá conectar las zonas aisladas del norte de Madrid con la capital, creando viviendas, zonas verdes, paradas de metro y una estación de cercanías. También albergará un importante parque empresarial que contará con el rascacielos más alto de la ciudad. ¿Quieres conocerlo?
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El proyecto involucra la renovación del eje Plaza Castilla-Pardo, lo que supondrá un gran reto urbanístico para la capital. El objetivo es dar solución a las necesidades del medio millón de personas que viven en los barrios ya existentes, donde la conexión con la capital es insuficiente a día de hoy. Ahora, la idea es unir los distritos del norte entre sí y también el eje este-oeste y norte- sur, con el resto de la ciudad. El resultado es un conjunto de barrios interconectados con la ciudad y de fácil acceso, gracias a la construcción de:
- Tres puentes en Santo Domingo de la Calzada, Malmea y Herrera Oria, que serán los encargados de unir los barrios del este con los del oeste gracias al transporte público, aunque también se podrá recorrer a pie o en bici.
- Un túnel de tráfico rodado y una pasarela peatonal, que enlazarán las Afueras de Valverde y el Puente de la Reina.
- Conexiones en la prolongación de la calle Viejas y la estación de Chamartín.
- Un gran eje será la calle Agustín de Foxá que unirá Plaza Castilla con la carretera de Colmenar y la M-40.
El proyecto de las personas
El diseño también incluye la construcción de 10.500 viviendas, de las cuales el 20% será vivienda protegida (unos 2.100 pisos), el doble de lo que establece la ley. Otro 10% del stock será entregado al Consistorio para que lleve a cabo políticas de vivienda pública.
En cuanto a las zonas verdes, el espacio acogerá casi medio millón de metros cuadrados, contando con zonas verdes y parques naturales. De hecho, el proyecto dispondrá de un espacio público muy característico: un parque con más de 12 hectáreas (lo equivalente a 13 campos de fútbol) que cubrirá las vías del tren. En definitiva, un diseño sostenible que permitirá dotar a este eje estratégico también de 15 kilómetros de vía ciclista que terminarán en El Pardo.
El nuevo distrito financiero
Otro de los grandes atractivos del proyecto es el parque empresarial que se levantará en esta zona, con un millón de metros cuadrados destinados a oficinas. El reto aquí es construir edificios inteligentes, que aprovechen los recursos naturales y convertir este epicentro en un referente económico internacional para competir con otros europeos como Londres o París. Para ello, se potenciarán también los desplazamientos a este lugar para que llegar a él sea rápido y económico (se estima que el 80% lo haga en transporte público).
La estación de Chamartín será un importante punto de conexión, ya que su estratégica posición (muy cerca del aeropuerto Madrid-Barajas y de la estación de Atocha), fomentará el traslado de pasajeros hasta el centro financiero de forma rápida, económica y sin atascos. Por eso, se pondrá en marcha un plan para renovar esta estación y poder duplicar el número de viajeros que recibe cada año, así como multiplicar los trayectos y destinos del AVE.
Madrid Nuevo Norte también proyectará una nueva imagen de la urbe y albergará 3 torres que estarán perfectamente integradas en el skyline de la ciudad. Sin embargo, está planificada la edificación de un rascacielos que se convertirá en el más alto de toda España: tendrá unos 250 metros de altura, superando así a la Torre de Cristal con 249 metros, seguida de la Torre Cepsa con 248 y la Torre de PwC con 236.
Se estima que el proyecto dure uno 20 años para verlo terminado y que genere unos 200.000 puestos de trabajo mientras dura su construcción.
Foto: Javier Bernardo