¿Sabes qué aparatos y servicios de los que tienes instalados en casa consumen energía y recursos? ¿Hasta qué punto se pueden estar malgastando? ¿Quieres averiguar desde el móvil o el ordenador cuánto podrías ahorrar utilizándolos de manera más eficiente?

La ONG WWF España no sólo se hace estas preguntas, también ofrece una solución: la aplicación online Comunidad Eficiente 2.0. Una ambiciosa propuesta elaborada dentro del proyecto ‘Mejora la energía de tu comunidad’ que esta ONG desarrolla en colaboración con la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y la Fundación Reale.

Esta herramienta gratuita ofrece información y consejos con los que reducir hasta en un 80% el consumo, según afirma la organización. Para averiguar cómo hacerlo, nos hemos convertido en usuarios de la aplicación para analizarla de cerca.

Cuenta con dos opciones: ‘Claves para ahorrar energía en tu hogar’ y ‘Calcula el consumo energético de tu hogar’. Comenzando con este último, y una vez registrado, te solicitan datos para hacer el cálculo: el tipo de vivienda (unifamiliar, piso…), la localidad donde se ubica, la superficie, los tipos de energía que consume (electricidad, gas natural, gas butano…), los periodos de facturación, etc.

Con esta información la aplicación calcula el gasto energético total de la vivienda, cuánto le cuesta al propietario y las emisiones de CO² que provoca. Además, facilita una gráfica con todos los datos para ver su evolución a lo largo de un año, al mismo tiempo que compara ese consumo individual con la media del país para comprobar en un primer vistazo si resulta excesivo.

Aunque se esté por debajo de esa media, siempre se puede ser más eficiente. Para lograrlo, la aplicación ofrece consejos prácticos en el apartado ‘Claves para ahorrar’. Un mapa interactivo te lleva desde la comunidad en la que resides (analizando las posibles mejoras en el edificio y las zonas comunes), hasta el interior de la vivienda y sus diferentes estancias.

Estos son algunos de sus consejos, con el ahorro que supondrían:

• Elementos de sombreado en las terrazas. Según la orientación de la superficie externa, se puede conseguir una reducción de más del 60% de las ganancias solares durante el verano, con el correspondiente ahorro en términos de climatización.
• Ascensores. El ascensor puede alcanzar hasta un 80% del consumo energético de una comunidad de vecinos. El cambio del tipo de tracción del ascensor por una tracción directa de última generación, la instalación de un temporizador de apagado de la iluminación, o un detector de presencia en combinación con la sustitución de las lámparas por unas más eficientes (tecnología LED), supone un ahorro energético del 50-60%.
• Calefacción. Por cada grado que aumentamos la temperatura, se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un 8%. En invierno mantener entre 20°C y 22°C es suficiente para la mayoría de personas.
• Electrodomésticos. Una lavadora eficiente de categoría A+++ puede consumir hasta un 90% menos energía que una lavadora de clase B. El 80-90% de la energía que consumen las lavadoras es para el calentamiento del agua, por lo que lavando a temperaturas bajas (30-40°C), se puede ahorrar buena parte de esta energía.
• Grifos. El aireador tradicional suministra agua a un régimen hasta de 15 l/min. Con igual confort, los filtros de bajo consumo y perlizadores funcionan a un régimen de 4 a 8 l/min, ofreciendo un ahorro entre 50 y 70%.

Son actuaciones sencillas y, aunque en algún caso suponen un gasto, éste se verá amortizado rápidamente por la disminución del consumo. Además, a estas recomendaciones suman el autoconsumo energético (sobre todo paneles solares) que, como afirma Georgios Tragopoulos, técnico de Eficiencia Energética de WWF España, «evita las pérdidas de energía por transporte en la red, gracias a que se produce cerca del punto de consumo». En definitiva, son consejos para pagar y contaminar menos, con los que todos salimos beneficiados.

Foto @JD Hancock, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0