Ya habéis estado paseando por la ciudad, habéis ido al cine, a un teatro infantil, al parque… Es lo que tienen estas fiestas, los niños más que nunca quieren estar contigo, hacer cosas juntos y divertirse. Por eso, ¡mételos en la cocina para que se conviertan en los perfectos chefs de la familia!

Siempre les gusta hacer cosas con las manos y se sentirán importantes preparando recetas para las celebraciones familiares. Solo dos condiciones: que los platos sean fáciles de hacer y que ellos se coman a gusto el resultado.

A ver qué te parecen estas ideas…

Papás Noel con fresas y nata

Corta la punta de las fresas, coloca nata montada entre los dos pedazos, será la barba, y un poquito más sobre la punta, que será el pompón del gorro. Con dos virutas de chocolate haces los ojos (pegados a la nata) y ya tenemos a nuestro Santa Claus listo para comer.

Árbol de Navidad con galletas

Primero hazte con unos moldes en forma de estrella de distintos tamaños. Luego, mezclas azúcar, mantequilla, huevos y harina para obtener la masa, que se amasa y corta con los moldes. Una vez horneadas, colocas las galletas de la más grande (en la base) a la más pequeña (arriba), dejando las puntas a la vista para formar la figura de un abeto. En las puntas puedes poner azúcar glas o lacasitos de colores.

Botas de Papá Noel con salchichas

Fríe las salchichas y córtalas en trozos pequeños, la mitad de ellos un poco más largos que los otros. Con los más cortos haremos la base de la bota (el pie) y con los otros, la caña.

Hay que hacerles un corte transversal para que juntos, el largo y el corto, formen una L, unidos por un palillo que se pincha desde la base. Y en la punta superior de la L pones mayonesa, para que parezca el borrego blanco de la bota de Papá Noel.

Muñecos de nieve con queso

Lo primero es hacer la masa con queso blanco de untar, queso rallado, ajo en polvo, sal y pimienta. Batimos y metemos en el congelador 30 minutos. Después, se da forma a tres bolitas en tres tamaños distintos haciéndolas rodar sobre queso parmesano. De vuelta al congelador para que queden duras y puedan apilarse, de la más gruesa a la más reducida, sujetas por un palillo interior.

Ahora vienen los adornos: una tira fina de pimiento rojo servirá como bufanda (también sujeta con un palillo), la punta de una zanahoria como nariz y trocitos de aceitunas negras son los ojos y los botones. El sombrero de copa lo podemos hacer con un pedazo de pan de centeno que habremos recortado con un cuchillo.

Hamburguesas de Santa Claus

Caseras o compradas, las hamburguesas se hacen a la plancha. Cada pieza se coloca sobre una de las rodajas del pan de hamburguesa. Calentamos lonchas de queso para que se ablanden y podamos recortar en forma de triángulo, de modo que cubra la mitad inferior de la hamburguesa. Eso sirve de barba, así que tendremos que hacer un agujero en el centro del queso para que parezca una boca.

Dos trocitos de tomate pintarán las mejillas de rojo (justo encima del queso), y la nariz y las cejas se forman con pedacitos de cebolla. En la parte de arriba, lechuga (la parte más blanca) hará de pelo.

En el otro pan de hamburguesa, dibujamos un triángulo rojo con kétchup, que será el cono del sombrero, culminado por un puntito de mayonesa (el pompón). Ese pan se pone junto al otro, donde está la carne adornada, poniendo la base del sombrero sobre la lechuga. Un Papá Noel perfecto y apetitoso que, con mucha pena, tenemos que doblar para completar y comer.