Las claves de la mejora del sector inmobiliario en España son la recuperación económica, la estabilidad del mercado laboral y la flexibilización del sistema financiero. Por primera vez en décadas, la actividad de la construcción no será uno de los elementos clave de la recuperación económica del país. Según las previsiones oficiales, el Producto Interior Bruto (PIB) cerrará el ejercicio 2014 con un incremento interanual del 1,2%.
La recuperación económica actual, a diferencia de las tres recuperaciones anteriores, está produciéndose sin una aportación positiva del sector inmobiliario. Ello es debido al elevado inventario de viviendas existente y a la reorientación de la demanda hacia la vivienda en alquiler.
Así, en 2013, el volumen de visados de construcción de vivienda nueva reflejaban un descenso de casi el 96% desde 2007 y, según el Ministerio de Fomento, a finales de 2013 había 540.000 viviendas nuevas en oferta.
El sector de la vivienda nueva ha estado sobredimensionado en España durante años. De hecho, en 2006 y 2007 la inversión residencial llegó a representar más del 12% del PIB, cuando en Europa no superaba el 7%. En 2013 las cifras denotan este cambio de tendencia y un ajuste de la actividad constructora, cuya aportación al PIB en el segundo trimestre de 2014 se situaba por debajo del 4,1%.
El incremento de ventas de viviendas nuevas y la ralentización de nuevas construcciones ha provocado que algunos mercados locales sufran escasez en la oferta residencial. Además, el interés de compradores extranjeros en invertir en inmuebles españoles sigue creciendo, sobre todo en las regiones bañadas por el Mediterráneo e Islas Canarias. Ante esta realidad, se prevé que la inversión en el sector residencial se adelante a principios de 2015 y, más adelante, llegará al sector terciario.
El próximo ejercicio, 2015, será el año de la recuperación de la actividad de la construcción y de una mayor demanda minorista, impulsada por la expansión de la financiación. Un apoyo financiero que, también, tiene como requisito, para apoyar el correcto funcionamiento del mercado inmobiliario, satisfacer los requerimientos de financiación de todos los agentes del sector.
Aunque en el tercer trimestre de 2014 el PIB ha encadenado su quinto trimestre de crecimiento consecutivo, en gran parte gracias al incremento del consumo privado, es recomendable adelantarse a la posible caída de esta demanda interna y apostar por las exportaciones. Además, nos encontramos en un momento óptimo para expandir las exportaciones, ya que se podrían beneficiar del crecimiento mundial y de un tipo de cambio real más depreciado.