En las Navidades de 2012, el centro logístico que Amazon tiene en San Fernando de Henares (Madrid) distribuyó alrededor de 43.000 productos. En 2013, casi se duplicaron las operaciones: llegaron a 83.000. Para esta próxima campaña se espera un incremento similar, este sector no para de crecer.
La consecuencia de la mayor actividad de la compañía ha supuesto, para empezar, más inversión en sus almacenes (el de San Fernando aumentará un 20% su superficie) y, en segundo lugar, un plan de expansión que contempla la creación de otros centros logísticos para abastecer a los consumidores de otras zonas de España, como el que está previsto construir en El Prat de Llobregat (Barcelona).
El comercio electrónico no solo ha supuesto un cambio en la forma de consumir, también ha modificado la planificación de las empresas y su relación con los clientes. Las compras online experimentan un crecimiento exponencial que obliga al comerciante y al distribuidor a tener los recursos suficientes para enviar los productos a cualquier destino en un tiempo determinado.
Se hace imprescindible construir una red de almacenes distribuidos en las zonas donde opera el negocio, de tal manera que se tenga un acceso rápido al comprador y puedan disminuirse los costes del transporte. Una partida que se dispara con el comercio electrónico.
Más venta ‘online’, más naves
Estas nuevas necesidades tienen una consecuencia en el mercado inmobiliario: tiende a crecer la demanda de naves y almacenes. Lo confirman los números. Según Inmo-tendencias, durante 2013 la inversión en el sector logístico llegó a los 14.000 millones de euros, un 50% superior a la de 2012. De ese incremento, el 40% se debió a la actividad del comercio electrónico.
Un estudio de la consultora Aguirre Newman ahonda en esa información aportando algunos datos locales, como por ejemplo, que en Madrid la demanda de naves logísticas pasó de los 254.602 m2 en 2012 a los 293.136 m2 en 2013. El 88% de la contratación fue en alquiler, y se espera que la tendencia se confirme y se refuerce tanto durante este año como en 2015.
Es evidente que el valor de estos inmuebles dependerá de sus características. Las más apreciadas por quienes tienen un negocio digital son:
- Ubicación: accesos fáciles por carretera y próximos a grandes centros de consumo.
- Calidad técnica: instalaciones que faciliten el almacenaje de los productos, su manipulación y carga, además de capacidad para implementar maquinaria y sistemas inteligentes de procesado de mercancías.
- Antigüedad: esta característica tiene que ver con la anterior. El comercio electrónico precisa de naves que cumplan con los requisitos de las nuevas tecnologías de la información (conexiones, redes, suministros…). Eso explica que, como informa Inmo-tendencias, la desocupación de las naves nuevas es solo de un 8%, mientras que las de segunda mano (algunas obsoletas para esas nuevas necesidades comerciales) alcanzan el 40%.
Gracias a la demanda del comercio electrónico y la rentabilidad que se desprende de este tipo de inmuebles, las perspectivas de futuro para el mercado de naves y almacenes nuevos o renovados son muy positivas, ¿estás pensando en cómo gestionar la entrega de tus pedidos? Toma nota. Puedes empezar la búsqueda de tu nave aquí.