Vivienda vacacional y hoteles: el complemento perfecto para viajar

Raúl Alonso

Los viajes comienzan eligiendo el destino y continúan buscando el alojamiento más adecuado. Desde hace tiempo el hotel no es la única opción. La enorme oferta de vivienda turística atrae cada vez a más viajeros que prefieren contar con menos servicios a cambio de más espacio o un precio más ajustado.

Entonces, ¿hotel o vivienda? O mejor, ¿por qué no ambos? La demanda, nacional y extranjera, en España es lo bastante alta para que las dos opciones sean complementarias. Esa es la principal conclusión del II Barómetro del Alquiler Vacacional, elaborado por la web HomeAway y expertos de la Universidad de Salamanca a partir de casi 16.000 encuestas a viajeros de entre 18 y 65 años que han contratado una vivienda turística en los últimos dos años.

Los datos obtenidos, extrapolados a los 7 millones de personas que han utilizado estos alojamientos en ese periodo, determinan que aproximadamente el 85% (5,9 millones) también hicieron uso de los hoteles. El 15% solo alquilaron viviendas.

La vivienda vacacional es un sector creciente –afirma Joseba Cortázar, director de Comunicación de Homeway España–. En 2014 crecimos en torno al 25% y en 2015 al 24%. Pero esto no implica que no crezca también el sector hotelero, que lo está haciendo. Tienen la rentabilidad por habitación más alta de Europa y están batiendo récords en pernoctaciones, por lo que los crecimientos hoteleros y de viviendas vacacionales son totalmente compatibles”.

Según del número de viajeros y el tiempo de estancia

La elección de uno u otro responde a las circunstancias del viaje, sobre todo al número de personas y al tiempo que se pasará en el destino. Los principales usuarios de vivienda turística son las familias (46%), seguidas de las parejas (30%) y los grupos de amigos (21%). En los hoteles se invierte el orden: predominan las parejas (52%) y a continuación las familias (33%) y los grupos de amigos (8%).

De la misma forma, cuanto más larga sea la visita, más se tiende a estar en una casa o en un apartamento: frente a la media de 6,9 noches que pasan los que alquilan vivienda, están las 3 noches que se suelen contratar en los hoteles.

Por tanto, una persona que va a disfrutar de un fin de semana largo con su pareja, probablemente elegirá un hotel. Y puede que la misma persona que prepare sus vacaciones de verano junto a sus hijos y otra familia amiga busque una casa bien ubicada donde alojar a todos juntos compartiendo gastos.

El estudio también muestra que los turistas más habituales son los más abiertos a aprovechar ambas opciones. Así, siempre según el barómetro, los que se limitan a alquilar viviendas hacen una media de 2,8 viajes al año; la media sube a 4,4 viajes entre los que solo utilizan hoteles, y llega a los 6,8 entre los que alternan esos alojamientos.

El carácter del viajero también puede influir en esa elección. Según Joseba Cortázar, se ha detectado que los que optan por un alquiler prefieren integrarse en el entorno, como unos vecinos más, mientras que los usuarios de hoteles se ven a si mismos como turistas de paso.

Por tanto, hay demanda y oferta suficiente, y un negocio muy rentable para repartir, aunque es verdad que la vivienda vacacional es la que más está aumentando proporcionalmente la facturación. El impacto económico de estos alquileres durante los dos últimos años, los que abarca el estudio, ha sido de unos 4.300 millones de euros, de los que 3.400 millones se destinaron a ocio y alimentación, de modo que generan también una gran beneficio en los negocios próximos. Rentabilidad para todos.

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