El informe Tendencias del Mercado Inmobiliario en Europa 2014, elaborado por PwC y Urband Land Institute, ya lo apuntaba a comienzos de año: la entrada de capital extranjero está dinamizando el mercado inmobiliario español y dos son sus principales centros de atención, Madrid y Barcelona.
En el informe se presentaba un ranking europeo con las ciudades más atractivas para la compra de propiedades. En el apartado de nuevas inversiones, llamaba la atención que la capital española y la ciudad condal hubieran ascendido desde el final de la lista, que ocupaban en años anteriores, hasta los puestos 10 y 14, respectivamente.
Ese espectacular cambio de tendencia es confirmado por un reciente estudio de Knight Frank: Madrid y Barcelona copan las búsquedas europeas en su web de viviendas de lujo. La primera las ha duplicado en el último año, y la segunda las ha incrementado un 60%. No es extraño, por tanto, que los precios de estas casas en la capital hayan crecido un 4,8% en el mismo periodo.
Además, se aportan más datos sobre este renovado interés de los compradores con alto poder adquisitivo. En Madrid, el 75% son inversores nacionales y, entre los internacionales predominan los venezolanos, colombianos y británicos. Barcelona mira más al exterior: el 70% de las ventas de viviendas de lujo es a extranjeros y los más interesados son británicos, norteamericanos y franceses.
Por la calidad de vida y las comunicaciones
Knight Frank también ha sondeado a sus clientes para conocer qué les atrae más de las ciudades donde invierten. En el caso de la capital, la mayoría apunta a su calidad de vida, sobre todo en lo relacionado con el ocio y los servicios públicos. Los que optan por la ciudad catalana suelen mencionar las buenas conexiones con el resto del continente.
“A medida que la economía va mejorando, el factor de ciudad refugio para las grandes fortunas perderá peso, frente a condicionantes como la calidad de vida, la proximidad a las mejores escuelas y universidades, y la seguridad que ofrezcan estas capitales”, explica el informe.
Posiblemente exista esa tendencia, sin embargo, la situación económica del sector y el atractivo de unos precios más reducidos que los de otras grandes capitales siguen siendo factores determinantes para la adquisición de propiedades de alto standing.
El coste medio del metro cuadrado de lujo en Madrid se sitúa entre 5.000 y 7.000 euros, y el de Barcelona, entre 5.000 y 9.000. En París ronda los 15.000 euros, en Londres se dispara a los 30.000 y Mónaco llega a la cifra récord de 55.000 euros.
Es decir, un comprador puede adquirir por un millón de dólares (unos 725.000 euros) 20,6 metros cuadrados en Mónaco, 33 en Londres y 166 en Madrid o Barcelona. De manera que más allá de características como el ocio, el transporte, o el clima, se tiene muy en cuenta que no hay ciudades en Europa que ofrezcan una mayor rentabilidad. Un ejemplo más de que las perspectivas para el sector inmobiliario en España son cada vez mejores.