La arquitectura moderna ofrece soluciones habitacionales para todos los gustos y todos los bolsillos. Desde pisos pequeños a construcciones imposibles, pasando por viviendas tradicionales, casas de campo, apartamentos en el centro de las grandes urbes… La oferta es tan amplia que resulta complicado no dar con la opción que más se adapte a nuestras posibilidades. Y, en este escenario, las casas prefabricadas se perfilan como una alternativa a tener en cuenta y que está ganando cada vez más adeptos.
Si hace años este tipo de construcciones representaban la opción elegida por quienes buscaban una manera sencilla y económica de tener una segunda residencia, hoy en día se han convertido en viviendas de uso habitual con calidades, diseños y precios de lo más competitivos. En la práctica, a simple vista cuesta diferenciar una construcción tradicional de una casa prefabricada y es que tanto estética como funcionalmente, la evolución del sector ha propiciado mejoras que hacen que la línea que separa unas y otras se difumine.
Materiales ecológicos y eficiencia energética
Cuando se piensa en casas prefabricadas, a menudo se asocia con viviendas de madera relacionadas, tradicionalmente, con casas de poca calidad o destinadas a quienes tienen un bajo poder adquisitivo. Lejos de ser fiel a la realidad, esa percepción queda lejos de la oferta actual de un mercado creciente que, no solo apuesta por la sostenibilidad, sino también por la calidad de los materiales y la eficiencia energética.
El mercado actual es capaz de ofrecer diseños totalmente personalizados, versátiles y fabricados en una amplia gama de materiales que, entre otras cosas, tienen un menor impacto medioambiental que las construcciones tradicionales. Si bien la madera forma parte del catálogo de materias primas disponibles, no es extraño encontrar propuestas fabricadas en hormigón, piedra e, incluso, el acero propio de contenedores.
La elección de unos u otros determinará, en parte, su eficiencia energética por lo que, parece lógico pensar que resulta especialmente interesante prestar atención al asesoramiento experto a la hora de decantarse por el más apropiado. Otras cuestiones como disponer de un buen aislamiento, apostar por energías limpias e, incluso, determinar la orientación de la vivienda, constituyen otros factores que, no solo van en línea con la apuesta por la sostenibilidad de las casas prefabricadas, sino también con las directrices de eficiencia energética incluidas en el Plan de Vivienda Sostenible 2020 de la UE.
En cualquier caso, la manera en la que se construyen estas casas prefabricadas es lo que marca la diferencia fundamental con las viviendas tradicionales. De hecho, los procesos constructivos se llevan a cabo en fábricas donde se realiza un escrupuloso control de los mismos. Paredes y tejados cobran vida en el interior de estas instalaciones y, posteriormente, son trasladadas a su destino final donde se ensamblan y fijan como auténticas piezas de lego.
Otras ventajas
El impacto medioambiental o la eficiencia energética forman parte del capítulo de ventajas que ofrecen las casas prefabricadas. Pero no son las únicas. Dentro de sus bondades, la reducción de los tiempos de construcción y el precio ocupan también un lugar destacado. Aunque en este último capítulo, la calidad de los materiales frente a las construcciones tradicionales puede suponer un incremento de la partida, el ahorro en tiempo de obra compensa la inversión y, además, al tratarse de construcciones nuevas, cuentan, entre otras ventajas, con el certificado de eficiencia energética.
De hecho, hay empresas especializadas que ofrecen, incluso, las llamadas casas pasivas, esto es, casas prefabricadas que gozan de un aislamiento importante al tiempo que aprovechan la energía del sol o la ventilación.
La versatilidad, no solo del diseño, sino de las calidades, además de la posibilidad de realizar ampliaciones e, incluso, desmontarlas y cambiarlas de ubicación si el tiempo y las necesidades de los propietarios lo determinan son otras de las ventajas que ofrecen las casas prefabricadas.
Casas prefabricadas en España
La evolución del mercado demuestra que el estigma que ha acompañado tradicionalmente a las casas prefabricadas o industriales empieza a superarse: según datos del portal de reformas Habitissimo, la demanda se habría triplicado en apenas tres años pasando de 2.000 viviendas prefabricadas en 2015 a 7.000 en 2017.
Pero la tendencia continúa al alza registrando, entre finales del pasado ejercicio y los primeros meses de 2018, un incremento de entre un 10 – 15%. Las previsiones son igualmente positivas para una propuesta que, en líneas generales, se caracteriza por ofrecer soluciones versátiles, sostenibles y adaptadas a todo tipo de presupuestos, haciendo de ellas una opción a tener en cuenta la hora de invertir en vivienda.