Si eres noruego, en Navidad procurarás esconder las escobas para que no vuelen las brujas; si eres venezolano quizá te animes a vivir la fiesta sobre patines, o tal vez si estás en Japón la celebres visitando el Kentucky Fried Chicken.
Durante siglos, tradiciones religiosas y paganas, de las que en muchas ocasiones se desconoce su origen, han convertido la Navidad en un acontecimiento único, siempre familiar, siempre festivo, pero también con frecuencia insólito. Estas 10 costumbres lo demuestran:
- Fuego y brujas. Noruega no concibe una Pascua sin fuego: se encienden las chimeneas o se llena la casa de velas. También suelen colocarse cuencos de arroz con una almendra dentro que augura un buen año al comensal que la encuentre. Y, por supuesto, se esconden las escobas porque los espíritus y las brujas también salen en Nochebuena en busca de vehículos con los que darse una vuelta.
- Invitación a los muertos. La ‘consoada’ es la comida típica del día de Navidad en Portugal. La tradición dicta que se deje un puesto libre en la mesa para que el ánima de algún fallecido comparta la celebración, trayendo así buena suerte a la familia.
- 13 Papás Noel. En Islandia no les basta con uno, necesitan 13 Jólasveinar, los duendes navideños que se convierten en Santa Claus. Desde el 12 de diciembre, cada día se coloca en casa una figura distinta, así hasta la mañana de Navidad, cuando el último trae los regalos. El 26 comienzan a retirarse las figuras, una a una, hasta que la última desaparece el 6 de enero, poniendo fin a las fiestas.
- Las arañas de la buena suerte. Cuenta una leyenda de Ucrania que una viuda pobre no tenía con qué decorar el árbol de Navidad para sus hijos, así que logró que una araña lo embelleciera con su tela. Por eso, en todos los árboles de ese país, además de luces y guirnaldas, siempre hay una tela de araña como símbolo de un futuro próspero.
- Asustando niños. En eso consiste el Krampuslauf, o la fiesta del Krampus, un ser demoniaco que sale solo en Navidad por algunas ciudades de Austria y Suiza para castigar a los pequeños que han sido malos durante el año. La tradición, que bien podría trasladarse a Halloween, se ha convertido casi en un concurso de disfraces terroríficos.
- Navidad sobre ruedas. La ‘patinata’ es una costumbre venezolana que nadie sabe explicar de dónde procede, pero que invita a la gente a reunirse en la calle con todo tipo de patines, patinetes y bicicletas. Una excusa para salir y celebrar las fiestas al aire libre con amigos y vecinos.
- Que no falte pollo frito. No hay una tradición cristiana en Japón, pero la influencia occidental es inevitable. Además, el día 23 se celebra el cumpleaños del actual emperador, por lo que en cualquier caso hay un motivo de fiesta en estas fechas. Lo asombroso es que la cadena Kentucky Fried Chicken logró hace 40 años, con una exitosa campaña de marketing, que los japoneses relacionaran la Navidad con el pollo frito. Y por eso se hacen pedidos con semanas de antelación y largas colas ante los establecimientos que lo preparan.
- De picnic a la luz de las velas. El paisaje es totalmente diferente por el hemisferio sur. En Australia se hacen guirnaldas y se adornan las casas con ramas de palmera. Y las noches previas a la Navidad, las familias acuden a los conciertos de Carols by Candlelight (Villancicos a la luz de la vela), que tienen lugar en parques y playas, donde a la vez se disfruta de un picnic.
- Muérdago… con cariño. La costumbre se inició en Gran Bretaña, donde dicen que los antiguos druidas utilizaban esa planta para espantar a los malos espíritus. Por eso con él se adornan casas, comercios y oficinas, y si pasas por debajo, la tradición obliga a besar a la persona que tienes junto a ti, como símbolo de buen augurio… o como el comienzo de una bonita amistad.
- A palos con el diablo. En Guatemala y algunas zonas de México se limpian las casas de todo lo viejo, porque en esos objetos se acumulan los malos sentimientos. Además, se colocan piñatas representando al diablo, al que se golpea con saña para obtener a cambio regalos y buenos augurios.
Sea como sea, ¡Feliz Navidad!
Imagen @Alexandre Duret-Lutz distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0