¡Y sin salir de casa!

Equipo de Redaccion

“La nueva promoción disfrutará de innovadoras salas comunes como sala de fiestas, sala social-gourmet con barbacoa, piscina infantil y de adultos, gimnasio exterior e interior, solarium, pistas polideportivas, sala de juegos, guardería y parque exterior además de una sala de estudios”. El anuncio lo dice bien claro: todo esto sin salir  de casa. Sin salir de las urbanizaciones cada vez más populares y más demandadas.

Lo que se exige actualmente es calidad. ¡Y diferenciación! Ya no vale un pequeño jardín o unos columpios para los niños. Las promociones de ahora deben aportar un plus de calidad que empieza por la misma casa, pero que sigue en el complejo residencial, convertido a la sazón en una extensión más del propio hogar.

El cliente tiene poco tiempo libre y lo que quiere cuando llega a casa es comodidad y sobre todo, evitar los traslados. Tener una zona donde poder estar con los amigos, descansar o hacer deporte. Como Pedro, vecino de Retiro, en Madrid. Acaba de llegar de un largo día de trabajo. Necesita  un poco de relax y qué mejor que unos largos en la piscina cubierta en invierno. Después tiene pensando reservar  la sala gourmet para celebrar su 47 cumpleaños con la familia y amigos, un espacio común con todas las dotaciones necesarias para este tipo de celebraciones  masivas  “y sin manchar tu piso. Además, que en una casa es imposible meter a tanta gente”, dice este vecino. Mientras, los niños pueden ver una película en el cine de la urbanización o la sala de juegos.

Cristina Illera, coordinadora territorial centro en Foro Consultores subraya: “Hemos detectado que la mayoría de los compradores son clientes repositores de una edad de entre 35 y 55 años, y que éstos, van buscando una vivienda media de 3 dormitorios, pero sobre todo con unas zonas comunes que dispongan de algún elemento más de lo que ya tienen en la actualidad (en muchos casos ya tienen piscina en su urbanización)”, y añade: “Buscan un sitio donde toda la unidad familiar pueda tener más relaciones sociales. Por ello, no se conforman con un simple jardín o piscina y quieren sala gourmet, gimnasio, lavadero de coche…”.

Un salto de calidad, ¿pero y de precio? Según Cristina Illera, no tiene por qué: “Realmente, todas estas mejoras en las zonas comunes no deberían suponer un incremento notable en la comunidad, puesto que no requieren de un mantenimiento especial. Es más, muchas de estas dotaciones, pueden llegar a suponer una fuente de ingresos para la comunidad por parte de los vecinos que las usen”

Se trata de amplios complejos que superan en muchos casos los 200 vecinos, lo que hace que los gastos comunitarios se diluyan. Es una forma de democratizar el urbanismo y poner las comodidades y lo que antes se entendía por lujo al alcance de todos. Parece que hay un antes y un después y los clientes piden más. Sin embargo, la oferta es aún escasa. De ahí que los promotores busquen terrenos amplios en los que construir estos complejos residenciales.

Pintonas por fuera y por dentro

Un dato. Hablamos de casas pintonas por fuera, pero también por dentro. Porque nos encontramos ante viviendas con la máxima calificación energética con sistemas de última generación, con vídeo portero en pantalla de control, seguridad y persianas e incluso control de calefacción dirigidos desde una única pantalla táctil color. Además, cabe la posibilidad de dotar a los pisos de una simulación de presencia cuando no estamos, por no hablar de todo tipo de sistemas  inteligentes, como un microondas que reconoce la comida y automáticamente programa cuanto tiempo necesitará para calentarse.

Ahora los promotores piensan en más, peluquería y por qué no guardería o sala de estudios para dar clases particulares a los niños de la urba. La imaginación no tiene límites. El ingenio inmobiliario tampoco. ¿Guardería para mascotas? Es cuestión de tiempo. Y sin salir de casa.

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