La tecnología está cambiando nuestra vida en muchos aspectos, cómo la forma de relacionarnos con otras personas -ahora vivimos conectados a las redes sociales, hasta la forma de trabajar con multi dispositivo y desde cualquier parte del mundo. En el hogar, las cosas también son mucho más fáciles desde que la tecnología está presente. ¿Quieres saber cómo la domótica puede hacer que tu día a día sea mucho más cómodo?
Preparar la vivienda para convertirla en “inteligente”
Antes de tomar ninguna decisión, es importante pensar cómo queremos que sea realmente nuestro hogar y qué nivel de automatización queremos que tenga porque la tecnología se puede aplicar en diferentes grados. Eso sí, sea cual sea nuestra decisión, necesitamos una potente conexión wifi que llegue a todos los rincones de la casa y una central domótica desde donde controlaremos todas las funciones y todos los dispositivos.
Si lo que queremos es motorizar nuestro apartamento debemos definir cuáles son nuestras necesidades. Los sensores de luz nos ayudarán a controlar sin apenas esfuerzo la temperatura del piso, el movimiento, la luz e incluso la apertura de algunas puertas. Eso hará que una vez definidas nuestras necesidades, automáticamente el sistema se active según sea nuestro comportamiento dentro de la vivienda. Al igual que estos sensores, hay interruptores que controlan los puntos de luz, suben y bajan las persianas según la intensidad de luz que entre por las ventanas o activan el aire (frío o caliente) según la temperatura que haya en el interior.
Todas estas funcionalidades se pueden configurar una sola vez y olvidarnos de ello. Tan fácil como hacerlo desde el panel de control donde se pueden personalizar cada una de estas funciones, modificar o añadir si vamos incorporando dispositivos a nuestra vivienda, pero debes asegurarte de que la conexión wifi es potente y no falla. De ser así, el sistema domótico empezaría a dar problemas.
El futuro: cocinas inteligentes
Existen muchas maneras de incorporar la tecnología a nuestra casa y la cocina es uno de los lugares más evidentes. Todo depende de lo que busquemos y del presupuesto que tengamos. Por ejemplo, podemos comprar un robot de cocina a partir de los 50 euros y hasta los 1.000 euros, en función de las tareas que queremos que haga. También hay una gran variedad de electrodomésticos que “cocinan” solos, o casi. Hay unos hornos que ya contienen unos sensores en su interior y son capaces de cocinar por sí mismos: solo tenemos que meter los alimentos dentro y en función del peso, del tipo de comida y del tipo de cocción se activa el proceso de cocinado.
Las neveras también son uno de los electrodomésticos estrella de la cocina, y algunas ya ofrecen pantallas táctiles desde las que se pueden modificar la temperatura, ver dibujos como si fuera una tele o incluso compartir la información que tienes en tu móvil con solo activar el wifi, aunque su precio no baja de los 1.300 euros.
Las campanas extractoras móviles, que aparecen y desaparecen según lo necesitemos son otro de los elementos clave, que optimizan el espacio. Al igual que las encimeras que ya ofrecen la posibilidad de cocinar sobre ellas, haciendo desaparecer la tradicional placa de inducción o vitrocerámica.
El ahorro de energía
Además de que la tecnología ayuda a programar nuestro piso hasta donde queramos, lo más interesante de apostar por este tipo de hogares es el ahorro de energía que conseguimos. Por ejemplo, si controlamos desde el móvil la calefacción o la iluminación, podremos ahorrar hasta un 18% en la factura de la luz. Utilizar electrodomésticos más eficientes también reducirá alrededor del 10% el consumo de luz, mientras que un termostato que controle la temperatura de la vivienda en función de si hay personas dentro o no, nos librará de pagar un 15%.