La clara recuperación del sector inmobiliario no solo se basa en un incremento de las compraventas gracias al ajuste de los precios. El sector se enfrenta a un mercado diversificado donde el alquiler y, en gran medida, la rehabilitación de viviendas va a generar nuevas inversiones y, por tanto, más empleo.
Un simposio dedicado a los avances en la estrategia de rehabilitación en las ciudades españolas, organizado por el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) a finales del año pasado, aportó dos datos esclarecedores: en España hay alrededor de 5 millones de viviendas con una antigüedad superior a los 50 años y, sin embargo, se dedican muy pocos fondos a las obras de mejora. En concreto, solo un 10% de la inversión inmobiliaria total se dedica a reformas, mientras que en países como Alemania la cifra llega al 70%.
Según la web de decoración Houzz, el 73% de los propietarios va a reformar o renovar su casa durante los dos próximos años. Algunas de esas obras probablemente tendrán que ver con la exigencia del certificado energético para edificios y viviendas en venta o alquiler.
La conclusión a la que podemos llegar a partir de estos datos es que la rehabilitación es un sector que asegura demanda y rentabilidad, más aún con las inversiones dinamizadoras que está realizando el Ministerio de Fomento. En 2013 puso en marcha un Plan Estatal que tiene vigencia hasta 2016, aunque se ha anunciado su ampliación tanto en tiempo (año 2018) como en cuantía.
El subsecretario de Fomento, Mario Garcés, adelantó hace unos días los datos esenciales de este nuevo plan: 2.100 millones de euros como inversión directa y en forma de ayudas y subvenciones, a los que hay que sumar otros 200 millones que van a aportar las comunidades autónomas. A estas cifras hay que añadirle el gasto de los particulares en la mejora de sus viviendas, unos 3.700 millones según las estimaciones del ministerio. En total, 6.000 millones de euros que se inyectarán en el sector en los tres próximos años.
“En nuestro país hay 25 millones de viviendas. La mayoría construidas antes de la aprobación de los códigos técnicos de edificación. De ellas, 1.800.000 están en estado ruinoso”, aseguró Garcés. Mucho trabajo por delante. Fomento calcula que se generarán 50.000 empleos directos y otros 200.000 indirectos.
Gran parte de estas inversiones públicas tiene como fin las ayudas a particulares y comunidades de propietarios para la realización de reformas, siempre que cumplan determinadas condiciones. Así figura en el Plan Estatal aprobado en 2013, que además establece límites presupuestarios:
Condiciones
- Construcciones finalizadas antes de 1981.
- Que, al menos, el 70% de su superficie construida sobre rasante tenga uso residencial de vivienda.
- Que, al menos, el 70% de las viviendas constituyan el domicilio habitual de sus propietarios o arrendatarios.
Ayudas
- Hasta 4.000 euros por vivienda para conservación.
- Hasta 2.000 euros por vivienda para mejoras en la eficiencia energética (5.000 euros si se reduce en un 50% la demanda energética del edificio).
- Hasta 4.000 euros por vivienda para mejoras en la accesibilidad.
- Límite: la cuantía no podrá superar el 35% del presupuesto; excepcionalmente un 50% en el caso de mejoras en la accesibilidad y, en todo caso, 11.000 euros como máximo por vivienda.
Se auguran muy buenos años para el sector de la rehabilitación y grandes oportunidades para los propietarios.