Con la llegada del verano y las altas temperaturas, tener una piscina en casa donde relajarte y refrescarte, así como para compartir momentos con nuestra familia y amigos, es una auténtica suerte.
Hoy en el blog de Haya, os vamos a dar las diferentes opciones para todos los presupuestos. Además, veremos qué mantenimiento necesita cada una y cómo sacarle el máximo partido.
Hay diversos tipos de piscinas dependiendo del tamaño, el terreno, la climatología y el presupuesto. Quédate con nosotros y descubre los principales tipos.
Piscinas de obra
Aunque es el tipo de piscina más costoso, es el más popular del mercado. Se requiere contratar profesionales que se encarguen del proyecto, te asesoren adecuadamente y sepan sobre las posibilidades de cada terreno.
Los materiales son muy diversos, desde el hormigón impreso hasta el ladrillo, y después recubierto de gresite, azulejos o chapa armada. Además, es muy importante la impermeabilización y el revestimiento de las paredes, donde después se procede a la decoración o la pintura especial.
Piscinas enterradas
Las piscinas enterradas están compuestas por un vaso que va enterrado al nivel del suelo. Así pues, esta estructura quedará integrada en el terreno y nivelada con el suelo. Están recubiertas de PVC, liner armado o fibra de vidrio.
Es importante analizar el tipo de terreno donde se va a enterrar el vaso, debiendo ser compacto para que asiente correctamente. Otros aspectos importantes son la verificación de la zona para evitar que pasen tuberías, raíces de árboles e incluso drenajes.
Piscinas semienterradas
La principal diferencia entre esta piscina y las dos anteriores, es que para esta no es necesario solicitar permiso de construcción o licencia al ayuntamiento. Esto permite ahorrar tiempo en trámites, además de algún dinero.
Como su nombre indica, una parte quedará enterrada y otra sobre la superficie. Queda muy bien estéticamente, además de ser muy sencilla de instalar en terrenos con desniveles y ser más económica.
Piscinas elevadas
Estas piscinas son las más económicas del mercado, sin sacrificar la calidad y la estética. Son sencillas de instalar y no es necesario preparar mucho el terreno. Hay una gran variedad de modelos y tamaños, así como de formas para que elijas la que más se adecúe a tu gusto y al espacio del que dispones.
Las calidades son excelentes, tienen una alta impermeabilidad y la instalación es muy rápida. Se desmontan y se pueden guardar cuando acaba el verano y así utilizar ese espacio para otras actividades.
La forma y tamaño de las piscinas también es un punto importante para considerar. Las piscinas estándar tienen un tamaño de 32 metros cuadrados aproximadamente, y las más pequeñas de unos 10 metros cuadrados. En cuanto a la profundidad, lo normal es un fondo plano de entre 1,20 y 1,50 metros. Éstas se consideran de uso familiar.
Las piscinas con forma ovalada o de riñón son las populares. Encajan muy bien en diferentes estilos de diseño y se ven muy elegantes. Las que tienen forma de riñón, son estupendas para diferenciar la zona de adultos y la de niños.
La forma más clásica es la rectangular, que permite tanto utilizarla para nadar como para relajarse y refrescarse con las altas temperaturas.
Una vez vistos los tipos de piscina y las diferentes formas, desde el blog de Haya te invitamos a elegir la que mejor se adapte a tus necesidades y tu presupuesto. No te quedes sin tu lugar de reunión este verano y disfruta de tu familia y amigos, ¡lo más fresquito posible!